El embajador de Israel en Rusia, Alexander Ben Zvi, firmó un acuerdo con la ministra rusa de Cultura, Olga Lyubimova, para facilitar la cooperación entre cineastas israelíes y rusos.
El acuerdo se alcanzó tras casi 15 años de negociaciones, iniciadas por Israel en 2009.
“Ahora colegas de Rusia e Israel pueden intercambiar experiencias, crear películas juntos y trabajar con archivos cinematográficos”, declaró Lyubimova, que ha sido sancionada por la Unión Europea y Estados Unidos. “Esperamos ver a cineastas israelíes en los programas a concurso de nuestros festivales internacionales de cine y en debates públicos. También nos estamos preparando para ampliar la capacidad de distribución de películas ruso-israelíes”.
Ben Zvi celebró el acuerdo y declaró: “Estoy seguro de que habrá muchas películas conjuntas. Los productores están interesados en compartir experiencias entre sí. Las películas israelíes son muy sólidas y están rodadas a un alto nivel. El público ruso podrá apreciarlas”.
Anna Zharova, cofundadora y directora ejecutiva de la Alianza Israelí-ucraniana, expresó su indignación por la firma del acuerdo, escribiendo en Facebook: “¿Han perdido la cabeza nuestro Ministerio de Cultura y nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores?”.
“El acuerdo sobre la producción cinematográfica conjunta con Rusia ‘se inició hace 15 años’, desde 2009, ¿y decidieron firmarlo en medio de una guerra a gran escala, en la que un país terrorista con un régimen dictatorial invadió el territorio de un Estado independiente, y en la que el cine y el teatro se convirtieron hoy en los principales instrumentos de la propaganda fascista?”.
Zharova pidió que se congelara el acuerdo, diciendo: “(Si inicialmente no hay gente pensante en el Ministerio de Asuntos Exteriores, ¡habrá que corregirlo a posteriori!)”.
“¡Aquí ya hay un verdadero error por parte de nuestro Gobierno, a la que hay que responder urgentemente!”.
Boicot internacional a la industria del entretenimiento rusa
Desde que Rusia lanzó su invasión de Ucrania en febrero de 2022, las empresas cinematográficas internacionales han retirado sus negocios de Rusia.
Disney, WarnerMedia, Sony, Paramount y Universal Pictures han suspendido la presentación de sus películas en Rusia y algunas han abandonado por completo el mercado ruso.
Los delegados rusos fueron expulsados del Festival de Cannes. El año pasado, IMAX prohibió el uso de sus equipos en Rusia.
El mes pasado se cancelaron las funciones previstas por el teatro ruso Lenkom en el teatro Habima de Tel Aviv, después de que más de 5.000 israelíes de habla rusa firmaran una petición en protesta. Los actores del Teatro Lenkom apoyaban abiertamente la invasión rusa de Ucrania.
El Teatro Lenkom respondió a la cancelación en una carta abierta publicada en el periódico Rossiyskaya Gazeta, afirmando que les había hecho mucha ilusión actuar en Israel y que habían realizado grandes esfuerzos para organizar los espectáculos, incluso trabajando gratis.
El teatro dijo haber recibido amenazas e insultos verbales, lamentando que “no recibimos ninguna postura clara del teatro estatal ni de las autoridades israelíes, ni tampoco garantías de seguridad”.
“Los ‘Ivans israelíes que no recuerdan su parentesco’ (una frase rusa que denota a una persona sin creencias ni tradiciones), retorciéndose de rabia impotente, representando regocijos victoriosos, solo demostraron una vez más la desagradable apariencia de los ‘defensores de Ucrania’, sentados bien alimentados en los cuellos estatales de varios países”.
El teatro afirmó además que las personas que se oponían a los espectáculos apoyaban a un país lleno de antisemitismo y rusofobia, declarando: “Semejante ceguera ingenua ya condujo al Holocausto y a la Segunda Guerra Mundial”.