Bajo un cielo despejado, Jerusalén fue escenario de un emotivo evento donde cientos de ciclistas cruzaron la meta en el Hospital ALYN. Familiares, amigos y el personal del hospital los recibieron con aplausos en una tarde marcada por la solidaridad.
El jueves, la carrera benéfica “Wheels of Love” volvió a celebrarse tras haber sido cancelada el año anterior debido a la guerra entre Israel y Hamás. Este evento anual, que apoya al reconocido centro de rehabilitación pediátrica ALYN, cobró especial significado al dedicarse este año a la memoria del sargento Yakir Hexter, muerto mientras servía en Gaza.
El nombre de Yakir estuvo presente en las camisetas de los ciclistas, un detalle que emocionó profundamente a su hermano, quien participó por primera vez en la carrera. “Ver su nombre fue como un golpe al estómago, pero me dio fuerza para seguir,” confesó. Su padre también formó parte del recorrido, sumándose al tributo familiar.
Durante cuatro días, los participantes pedalearon más de 100 kilómetros. En el área de recepción, las risas, los saludos y la música de un DJ crearon un ambiente festivo, complementado con un payaso sobre zancos que entretenía a los asistentes. Según los organizadores, 330 ciclistas de distintas partes del mundo lograron recaudar cerca de 3 millones de dólares para el hospital.
La travesía comenzó el domingo en el kibutz Be’eri, cercano a Gaza, y ofreció varias rutas con niveles de dificultad que se extendieron desde el mar muerto hasta Jerusalén.
Algunos optaron por completar el trayecto completo, mientras que otros participaron en secciones más cortas. La logística incluyó seguridad policial, comida, alojamiento y momentos de oración para los observantes.
Naomi Liberman, directora de Friends of ALYN Hospital, celebró el éxito del evento. “Es el único paseo benéfico que no fue cancelado por la guerra,” dijo, destacando la dedicación de los ciclistas, quienes entrenaron y recaudaron fondos durante meses.
La conexión comunitaria quedó evidente en la ceremonia de clausura. Niños y jóvenes pacientes del hospital entregaron medallas a los ciclistas, un momento que emocionó a todos. Tradicionalmente, algunos pacientes también participan en el recorrido. Este año, 16 jóvenes entre 10 y 21 años completaron etapas del trayecto como parte del grupo “Los rápidos y los audaces,” tras más de un año de preparación.
Entre ellos, destacó Mati Weiss, una joven de 17 años paralizada desde bebé, quien completó por primera vez los cuatro días de recorrido en su bicicleta de mano personalizada. “De niña fui paciente de ALYN; ahora soy atleta y puedo ayudar a otros,” compartió con una sonrisa.
Hadas Hendler, terapeuta deportiva y organizadora del grupo, explicó que el programa es una extensión de la rehabilitación de los niños. “Les demuestra que pueden lograrlo,” dijo, reconociendo el esfuerzo detrás de su entrenamiento.
El Hospital ALYN, con vistas al barrio de Ein Kerem, fue el escenario de una emotiva ceremonia final al atardecer. Además de los discursos y celebraciones, se rindió homenaje a los soldados caídos, incluida una bandera conmemorativa que recordaba a Yakir Hexter y sus compañeros de unidad.
Daniel y Elyasaf, amigos de Hexter, se unieron al tramo final del recorrido. Aunque no eran ciclistas experimentados, “el esfuerzo valió la pena por la memoria de nuestro amigo,” afirmaron al concluir la jornada.
A pesar del contexto de guerra y los retos de organización, el regreso de “Wheels of Love” reafirma el compromiso del Hospital ALYN con la rehabilitación pediátrica y la unidad comunitaria.