La Autoridad Palestina no se reunirá con funcionarios estadounidenses sobre el proceso de paz en el futuro, en respuesta a la reciente decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, dijo a The Times of Israel el domingo un asesor diplomático del presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas.
El boicot abierto incluye al principal enviado de paz de Trump, Jason Greenblatt, que debe presentarse esta semana, así como al asesor principal y yerno del líder estadounidense, Jared Kushner.
«Nadie de la administración estadounidense se reunirá para discutir la paz entre los palestinos y los israelíes, porque el presidente [de la AP] fue muy claro al respecto», dijo Majdi al-Khalidi, refiriéndose al discurso de Abbas en la Organización de Países Islámicos el Miércoles en Estambul.
Khalidi agregó que Greenblatt, que se espera llegue a la región en medio de protestas violentas convocadas por Abbas por el anuncio de Trump, no solicitó una reunión con la AP, con quienes se ha reunido en numerosas ocasiones en el pasado, dijo Khalidi.

Greenblatt «sabe que no habrá reunión, incluso si la solicitan», dijo Khalidi.
En su discurso en Turquía, Abbas dijo que la decisión de Trump sobre Jerusalén significaba que «Estados Unidos ha elegido perder su elegibilidad como intermediario. No tiene ningún rol en el proceso político».
Sobre las declaraciones de Abbas, Khalidi dijo: «La declaración del presidente se explica por sí misma».
La Casa Blanca dijo que Greenblatt vendría a Israel esta semana y se quedaría durante la próxima visita del vicepresidente estadounidense, Mike Pence.

La AP la semana pasada cancelaron una reunión con Pence. Según el cronograma de Pence, él no visitará Ramallah en absoluto.
Desde los primeros días de la presidencia de Trump, Greenblatt ha estado yendo y viniendo entre Israel y la Autoridad Palestina y otros líderes regionales en un esfuerzo por reiniciar las conversaciones de paz.
Estados Unidos ha sido el mediador clave entre las dos partes desde principios de la década de 1990.

En su discurso en la OCI, Abbas dijo que ahora trabajará para buscar un proceso internacional multilateral para resolver el conflicto, liderado por las Naciones Unidas. También dijo que volverían a buscar la membresía plena en la ONU, un esfuerzo que habían congelado a instancias de Estados Unidos en 2011.
Abbas agregó que se habían comprometido con Washington en un nuevo impulso para alcanzar un acuerdo de paz con Israel, el «acuerdo de nuestros tiempos». Pero «en cambio recibimos la bofetada de nuestro tiempo», dijo Abbas.
La Casa Blanca respondió a esas declaraciones diciendo que ese tipo de retórica del líder de la AP había impedido la paz durante años.