El Primer Ministro Bennett termina sus declaraciones ante los medios de comunicación en el Despacho Oval citando al profeta bíblico Isaías.
Bennett recita primero el pasaje: “Levanta tus ojos alrededor y mira: todos estos se reúnen y vienen a ti. Vivo yo, dice Hashem, que te vestirás con todos ellos como con un adorno, y te ceñirás con ellos, como una novia”, dice en hebreo.
Luego bromea mientras se dispone a explicarlo en inglés: “Ya puedo decir cualquier cosa, ¿no?”.
Pero volviéndose serio de nuevo, dice: “Lo que este [pasaje] significa es que los hijos e hijas del pueblo judío van a volver a nuestra tierra, van a cuidar nuestra ancestral tierra y reconstruirla. Y esta antigua profecía judía es hoy la realidad de Israel. Y es un milagro que usted haya sido tan central y parte de ella durante tantos años”, dice Bennett.
“Así que, señor Presidente, hoy, usted y yo -y usted ha sido tan generoso [con su tiempo…] en estos días difíciles- usted y yo vamos a escribir otro capítulo en la hermosa historia de la amistad entre nuestras dos naciones, los Estados Unidos de América y el Estado judío y democrático de Israel”.
“Ambos que buscamos hacer el bien y necesitamos ser fuertes. Ambos que somos un faro en un mundo muy, muy tormentoso”, dice.
“Gracias, señor Presidente. Espero trabajar con usted ahora y durante muchos años”, concluye Bennett.
Biden le da las gracias, y dice que gran parte del mérito “debería recaer en Barack Obama por asegurarse de que nos comprometiéramos con esa ventaja cualitativa que tendría en relación con sus amigos de la región. Así que él es quien merece el crédito [por eso]”.
“Agradézcale también a él”, dice Bennett.