La administración Biden avanza con un paquete de armas de 680 millones de dólares para Israel, confirmó un funcionario estadounidense a The Times of Israel. Según explicó, la venta no está relacionada con el reciente alto el fuego entre Israel y Hezbolá, en vigor desde esta mañana.
Washington había asegurado el martes que el alto el fuego no estaba condicionado a ningún envío de armas. Un funcionario estadounidense, bajo anonimato, detalló que esta venta, que incluye miles de kits JDAM, se planificaba desde hace meses y es parte de numerosos envíos autorizados desde el inicio de la guerra, incluso semanas antes del acuerdo en el Líbano.
“Se envían paquetes en diversas etapas. Esto no guarda relación con el alto el fuego en el Líbano”, afirmó el funcionario. Según otro funcionario, la entrega no comenzará hasta dentro de al menos un año y debe interpretarse como parte del respaldo a largo plazo para la defensa de Israel, no como respuesta a acontecimientos recientes.
El Departamento de Estado evitó confirmar el avance de la venta, pero reiteró que el apoyo estadounidense a la seguridad de Israel frente a amenazas respaldadas por Irán es “inquebrantable”. También destacó que ningún país debería tolerar las amenazas que enfrenta Israel.
En su declaración, el Departamento de Estado subrayó que todas las transferencias de armas cumplen con la legislación estadounidense, la cual prohíbe su uso en crímenes de guerra o por países que obstruyan la ayuda humanitaria a civiles. “Hemos insistido en que Israel debe respetar el derecho internacional humanitario, proteger a los civiles, investigar denuncias de irregularidades y garantizar la rendición de cuentas por cualquier violación”, agregó.
Ayer, el primer ministro Benjamin Netanyahu acusó a Estados Unidos de retrasar envíos de armas, afirmando que los contratiempos terminarán pronto, en aparente referencia a la próxima toma de posesión de Donald Trump. La administración Biden rechazó de inmediato las acusaciones, señalando que el único envío retenido es un paquete de bombas de 2.000 libras, cuyo uso preocupa en zonas densamente pobladas.