El miércoles, el legislador canadiense Erin O’Toole anunció que trasladaría la embajada de su país en Israel a Jerusalén si era elegido el próximo primer ministro.
“Jerusalén es la capital eterna del pueblo judío, y la presencia moderna allí solo cimienta esto. La Knesset, la Corte Suprema y el Ministerio de Relaciones Exteriores están todos en el oeste de Jerusalén”, señaló O’Toole en un video publicado en Facebook.
O’Toole, miembro del Partido Conservador de Canadá, también mencionó que ampliaría las relaciones con Israel. Añadió que el ex primer ministro Stephen Harper era un fuerte partidario, pero que las relaciones con el Estado judío se han “debilitado y vacilado” bajo el actual primer ministro, Justin Trudeau.
Canadá e Israel tienen relaciones bilaterales fuertes y multidimensionales, marcadas por los lazos políticos, económicos, sociales y culturales existentes. El apoyo a Israel, especialmente al derecho de la nación a vivir en paz y seguridad con sus vecinos, ha sido el núcleo de la política canadiense en Medio Oriente desde 1948.
Sin embargo, Trudeau ha advertido sobre la inminente extensión de la soberanía israelí sobre partes de Judea y Samaria, más comúnmente conocida como “Cisjordania”. Canadá también votó en contra de lo que se consideraba una política desfavorable para Israel, y lo que Trudeau explicó fue el apoyo a la solución de dos Estados con los palestinos, en las Naciones Unidas en diciembre.
En febrero, O’Toole tuiteó: “Canadá necesita estar con Israel de nuevo, como lo hicimos bajo Stephen Harper. Es hora de reconocer la realidad de que Jerusalén es la capital de Israel y trasladar nuestra embajada allí”.
Concluyó: “Estoy con Israel. Ayer, hoy y siempre”.