El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó el sábado el incidente del viernes en el pueblo árabe palestino de Burqa, en el que un árabe palestino de 19 años murió por disparos mientras una turba árabe atacaba a judíos.
El Departamento de Estado también condenó el ataque terrorista a tiros perpetrado el sábado en Tel Aviv, en el que fue asesinado un guardia de seguridad. Sin embargo, se refirió a ambos incidentes como “ataques terroristas”.
“Condenamos enérgicamente el atentado terrorista perpetrado ayer por colonos extremistas israelíes, en el que murió un palestino de 19 años. Estados Unidos expresa su más sentido pésame a su familia y seres queridos. Tomamos nota de que las autoridades israelíes han realizado varias detenciones e instamos a la plena rendición de cuentas y a la justicia”, tuiteó el Departamento de Estado.
Posteriormente, escribió en un segundo tuit: “Condenamos enérgicamente el atentado terrorista de hoy en Tel Aviv, en el que ha muerto una persona y otras dos han resultado heridas, así como otros atentados terroristas recientes contra israelíes. Expresamos nuestro más sentido pésame a las familias de las víctimas y pedimos que se ponga fin a estos actos de violencia e incitación a la violencia”.
El incidente del viernes se produjo cuando decenas de alborotadores árabes palestinos del pueblo de Burqa, cerca de Ramala, atacaron con piedras, porras y fuegos artificiales a un grupo de pastores y a varios residentes judíos que acudieron a ayudarlos. Uno de los judíos resultó gravemente herido y fue trasladado al hospital, donde fue operado durante el Shabbat.
El incidente comenzó cuando un pastor judío del puesto de Oz Tzion apacentaba su rebaño en la zona comprendida entre Ot Tzion y Burqa. Varios árabes se le acercaron y le amenazaron. En ese momento, el pastor, que se sintió en peligro, llamó a otros residentes que acudieron a quedarse cerca de él para evitar que la situación empeorara. Decenas de alborotadores árabes armados con porras, fuegos artificiales y piedras empezaron a atacar a los residentes judíos de forma grave y con peligro para sus vidas. Los residentes judíos pidieron ayuda a las fuerzas de seguridad y a las fuerzas civiles.
Los alborotadores dispararon fuegos artificiales y lanzaron piedras a quemarropa contra los residentes judíos, alcanzando a uno de ellos en la cabeza e hiriéndole gravemente. Con sus últimas fuerzas, el residente consiguió defenderse utilizando su arma personal, para la que tiene licencia. Como consecuencia, un árabe palestino de 19 años resultó herido de bala, según informes árabes palestinos.
El herido fue evacuado del lugar por sus amigos, que se unieron a la ambulancia que lo evacuó al hospital Shaare Zedek de Jerusalén.
El israelí herido, así como otro sospechoso del incidente, han sido detenidos y su prisión preventiva se prorrogó cinco días el sábado por la noche. El herido sigue hospitalizado, por lo que no acudió a la vista y aún no ha sido interrogado.