La administración Biden ha reforzado su presión sobre Israel para que reabra el paso fronterizo de Kerem Shalom, a fin de permitir un mayor flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza. Aunque Israel anunció que comenzaría a inspeccionar camiones de ayuda en Kerem Shalom, la Casa Blanca considera que esta medida es insuficiente por sí sola.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca declaró a The Times of Israel que han hecho esta solicitud durante un tiempo considerable, y el presidente Joe Biden la planteó durante su reciente llamada con el primer ministro Benjamin Netanyahu.
El portavoz del NSC enfatizó que la respuesta de Israel de aumentar la capacidad de Rafah para la entrega de ayuda humanitaria no es suficiente y que están tratando la cuestión con urgencia e inmediatez, esperando una pronta respuesta por parte del gobierno israelí. El portavoz afirmó que Kerem Shalom debería estar abierto indefinidamente y, como mínimo, mientras exista una necesidad humanitaria.
El primer ministro Netanyahu ha reconocido la posibilidad de atender la solicitud de Estados Unidos, ya que permitiría un mayor flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza y facilitaría el ancho de banda internacional para continuar la operación contra Hamás.
El enfoque de Israel sobre la entrada de ayuda en Gaza ha evolucionado a lo largo del conflicto, desde una posición inicial de negar la entrada de ayuda mientras los rehenes permanecieran en Gaza, hasta permitir la entrada de ayuda a través del paso fronterizo egipcio de Rafah y, posteriormente, el paso de combustible y otros suministros.
Kerem Shalom ha permanecido cerrado desde el inicio de la guerra, ya que Israel ha tratado de limitar aún más su conexión directa con Gaza. A pesar de las afirmaciones de Israel sobre la capacidad para permitir una mayor entrada de ayuda, la Casa Blanca parece rechazar este argumento y continúa instando a la apertura de Kerem Shalom.