Estados Unidos se alista para entregar a Israel un paquete de armas y equipamiento militar valuado en aproximadamente 1.000 millones de dólares, según informó The Wall Street Journal este lunes.
La administración del expresidente Donald Trump ha solicitado al Congreso la aprobación de esta transferencia, que será financiada con fondos de ayuda militar destinados a Israel. Entre los suministros se incluyen miles de bombas de 450 kilos, además de excavadoras blindadas utilizadas en operaciones de ingeniería militar.
Días atrás, Trump eliminó la restricción impuesta previamente por el expresidente Joe Biden sobre el envío de bombas de 2.000 libras a Israel. El gobierno anterior había decidido retener ese armamento por preocupaciones respecto a su posible uso en zonas densamente pobladas de Gaza.
Por otro lado, está previsto que Trump anuncie este martes la suspensión de la participación de Estados Unidos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y mantenga el bloqueo de fondos para la agencia de ayuda palestina de la ONU, UNRWA, según reveló un funcionario de la Casa Blanca.

El anuncio coincide con la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a Washington. Netanyahu ha sido un crítico persistente de la UNRWA, acusando a la agencia de fomentar la incitación contra Israel y de permitir que su personal participe en actividades terroristas contra el país.
Ni la ONU ni la UNRWA han respondido hasta el momento a las solicitudes de comentarios sobre estas acusaciones.
Durante su primer mandato, Trump también suspendió el financiamiento a la UNRWA, argumentando que la agencia debía ser reformada y que los palestinos debían retomar el diálogo de paz con Israel. Asimismo, su administración abandonó el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a mitad de su mandato de tres años, señalando que el organismo tenía un sesgo sistemático contra Israel y carecía de reformas.
Actualmente, Estados Unidos no es parte del Consejo, con sede en Ginebra. Sin embargo, bajo la presidencia de Joe Biden, el país fue reelegido como miembro y cumplió un mandato entre 2022 y 2024. En agosto, un grupo de trabajo del Consejo revisará la situación de derechos humanos en Estados Unidos, en un proceso que cada nación enfrenta periódicamente. Aunque el organismo no tiene poder vinculante, sus debates pueden influir en la presión internacional sobre los gobiernos.
Desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha impulsado el retiro de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud y del acuerdo climático de París, medidas similares a las adoptadas en su primera administración.
El financiamiento a la UNRWA ya había sido congelado el año pasado por la administración de Biden, luego de revelaciones sobre la participación de varios empleados de la agencia en la ofensiva de Hamás del 7 de octubre. Posteriormente, el Congreso aprobó una legislación que impide reanudar el financiamiento hasta el próximo mes, aunque se espera que la mayoría republicana extienda la prohibición de manera indefinida.
A la par, Israel ha implementado una prohibición contra la UNRWA debido a sus supuestos vínculos con grupos terroristas. Desde la semana pasada, la agencia tiene prohibido operar en territorio israelí o mantener contacto con funcionarios del país.
La Knéset aprobó esta medida en noviembre con un amplio respaldo, incluyendo el apoyo de partidos opositores. La decisión se tomó tras múltiples revelaciones sobre la presunta participación de empleados de la agencia en actividades terroristas en Gaza, su implicación en la ofensiva del 7 de octubre de 2023 y el uso recurrente de instalaciones de la UNRWA para operaciones vinculadas con el terrorismo. Israel también ha presentado pruebas que indican que las escuelas administradas por la agencia han promovido discursos de odio y han glorificado ataques contra ciudadanos israelíes.