De acuerdo con lo publicado, la administración de Joe Biden ha propuesto a Israel compartir información de inteligencia clave sobre la ubicación de líderes de Hamás a cambio de que Israel posponga un importante ataque militar en Rafah, al sur de Gaza.
Según reportó el Washington Post, basándose en el testimonio de cuatro informantes anónimos, Estados Unidos ha ofrecido a Israel apoyo sustancial si suspende su operación militar, incluyendo datos confidenciales que permitirían al ejército israelí localizar a los líderes de Hamás y descubrir sus túneles ocultos.
El artículo también menciona que la administración de Biden se ha comprometido a asistir en la construcción de grandes campamentos para albergar a los palestinos que sean evacuados de Rafah, además de colaborar en el desarrollo de infraestructura necesaria para la entrega de ayuda humanitaria.
Un alto funcionario de la administración, quien prefirió mantenerse en el anonimato, indicó que Israel ha prometido que las Fuerzas de Defensa de Israel no invadirán Rafah hasta que se evacue a aproximadamente 800,000 de un millón de palestinos que residen allí, en el contexto de la guerra actual en Gaza.
Los comentarios de John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, durante una rueda de prensa el jueves, concuerdan con las revelaciones del informe.
Kirby destacó que Estados Unidos podría incluso ayudar a Israel a atacar a los líderes de Hamás, incluido Yahya Sinwar, lo cual es parte de una colaboración continua con Israel.
Posteriormente, otros dos funcionarios que conocen la situación mencionaron que, según las últimas evaluaciones de inteligencia, Sinwar no se encuentra en Rafah, sino en túneles subterráneos en la zona de Jan Yunis.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha anunciado su intención de llevar a cabo una gran ofensiva en Rafah, argumentando que es crucial para neutralizar a Hamás, que tiene allí estacionados cuatro de sus seis batallones activos.
Recientemente, las fuerzas israelíes tomaron control del lado palestino del cruce de Rafah, alegando que estaba siendo utilizado para actividades terroristas. Como resultado, el cruce ha sido clausurado, y aún no se ha proporcionado una fecha para su reapertura y la reanudación del flujo de ayuda.
Desde la Casa Blanca, se comunicó el viernes que Estados Unidos no considera que la actual campaña constituya una operación militar a gran escala en las áreas pobladas de la densamente poblada Rafah. Esto es relevante, ya que el presidente Joe Biden ha advertido que una operación de tal magnitud podría llevarlo a suspender los envíos de armamento ofensivo a Israel. En este contexto, Estados Unidos ya retuvo un cargamento de bombas pesadas la semana pasada, debido a preocupaciones sobre su posible uso en Rafah.
El gabinete de seguridad de Israel votó el jueves a favor de una expansión controlada de la operación en Rafah, buscando mantener las acciones dentro de los límites aceptables para Estados Unidos.
La guerra en Gaza comenzó tras el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre, cuando aproximadamente 3,000 terroristas infiltraron Israel por tierra, aire y mar, y provocó la muerte de alrededor de 1,200 personas y el secuestro de 252 rehenes, en su mayoría civiles. Durante este ataque, se reportaron numerosos actos de brutalidad y agresión sexual.
Con el compromiso de desmantelar a Hamás, Israel inició una intensa campaña militar en Gaza, buscando tanto liberar a los rehenes como eliminar la infraestructura militar y de liderazgo del grupo terrorista.
Según las autoridades de salud de Gaza, la guerra ha causado la muerte de casi 35,000 personas, aunque estas cifras, proporcionadas por el Ministerio de Salud controlado por Hamás, no han sido verificadas de manera independiente y se entiende que incluyen tanto a civiles como a combatientes de Hamás muertos en el territorio, algunos de ellos como resultado del fuego de cohetes procedente de los propios grupos terroristas.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reportan haber eliminado a más de 13,000 combatientes terroristas en Gaza, además de aproximadamente 1,000 terroristas en Israel durante los ataques del 7 de octubre.
Asimismo, informan que 267 de sus soldados han perdido la vida en la ofensiva terrestre contra Hamás y en diversas operaciones a lo largo de la frontera con Gaza.