Un enviado estadounidense expresó el lunes su optimismo ante la posibilidad de que Líbano e Israel lleguen a un acuerdo sobre la frontera marítima para resolver las reclamaciones contrapuestas sobre los yacimientos de gas en alta mar.
La actual disputa sobre la frontera marítima entre los vecinos se intensificó a principios de junio después de que Israel trasladara un buque de producción cerca del yacimiento marítimo de Karish, que es parcialmente reclamado por Líbano.
Este movimiento hizo que Beirut pidiera la reanudación de las negociaciones sobre el conflicto de demarcación con la mediación de Estados Unidos.
“Sigo siendo optimista en cuanto a la posibilidad de seguir avanzando, como lo hemos hecho en las últimas semanas, y estoy deseando volver a la región y poder llegar a los acuerdos definitivos”, declaró Amos Hochstein a la prensa tras reunirse con los principales dirigentes libaneses.
Hochstein llevaba una propuesta israelí en respuesta a una oferta de demarcación realizada por Líbano el pasado mes de junio.
Esta era la segunda visita del enviado a la región en menos de dos meses.
El lunes se reunió con el presidente Michel Aoun, el primer ministro Najib Mikati y el portavoz Nabih Berri en el palacio presidencial.
El Líbano quiere cerrar “un acuerdo que preserve sus derechos y su riqueza y que pueda proporcionar, en cuanto terminen las negociaciones, una oportunidad para revitalizar la economía”, dijo Aoun antes de la reunión del lunes.
El grupo terrorista chiíta libanés Hezbolá intensificó su retórica y sus acciones en relación con el conflicto fronterizo después de que Israel trasladara el buque de perforación de gas al campo de Karish. En su movimiento más audaz, Hezbolá envió hace un mes cuatro drones hacia la plataforma, todos los cuales fueron interceptados por las Fuerzas de Defensa de Israel.
En el último mes, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha amenazado a Israel en relación con la disputa en varias ocasiones, la última la semana pasada, cuando advirtió que todos los “objetivos” terrestres y marítimos israelíes están dentro del alcance de los misiles de su grupo terrorista.
Según un informe de las noticias del Canal 12, Israel transmitió un mensaje a través de Estados Unidos y Francia advirtiendo al grupo terrorista que cualquier acción contra el campo de gas de Karish en alta mar provocaría una fuerte respuesta de las FDI.
Líbano e Israel no tienen relaciones diplomáticas y están separados por una frontera patrullada por la ONU.
Habían reanudado las negociaciones sobre la frontera marítima en 2020, pero el proceso se estancó por la reclamación de Beirut de que había que modificar el mapa utilizado por las Naciones Unidas en las conversaciones.
Líbano exigió inicialmente 860 kilómetros cuadrados (330 millas cuadradas) de territorio en la zona marítima en disputa, pero luego pidió 1.430 kilómetros cuadrados adicionales, incluyendo parte del campo de Karish.
Israel mantiene la soberanía sobre el yacimiento de gas de Karish y ha estado tratando de desarrollarlo para posicionarse como proveedor de gas natural a Europa.
En junio, Israel, Egipto y la Unión Europea firmaron en El Cairo un memorando de entendimiento que permitirá a Israel exportar su gas natural al bloque por primera vez.