A pesar de los rigurosos preparativos en el aeropuerto Ben Gurion antes del aterrizaje del presidente estadounidense Joe Biden en Israel el miércoles, la llegada del presidente proporcionó algunos momentos inesperados y divertidos.
Al aterrizar, un miembro del séquito de Biden se sorprendió al abrir la puerta de la aeronave Air Force One y descubrir que no había escaleras acopladas al avión, lo que provocó unos segundos incómodos y potencialmente peligrosos antes de que las escaleras se pusieran en marcha.
Tras conseguir salir del Air Force One, Biden fue recibido por el primer ministro Yair Lapid, el primer ministro suplente Naftali Bennett y el presidente Isaac Herzog.
Hablando con Biden tras una breve ceremonia de bienvenida, Lapid le recordó una conversación que mantuvieron hace ocho años en el despacho del entonces vicepresidente Biden en Washington.
“Usted me dijo que si tuviera mi pelo, sería presidente de Estados Unidos, y yo le dije que si tuviera su altura, sería primer ministro de Israel”, dijo Lapid, según un comunicado difundido por su oficina.
El calor también supuso un reto, y los funcionarios israelíes encontraron formas creativas de afrontarlo.
“Es un honor estar una vez más con amigos y visitar el Estado judío independiente de Israel”, comenzó Biden en sus comentarios preparados ante varias docenas de invitados de alto nivel sentados en gradas.
Pero mientras éstas disfrutaban de la sombra de un toldo, los ministros del gabinete no tenían ninguna protección contra el sol en un calor de más de 85 grados Fahrenheit. En su lugar, se les colocó en un escenario ligeramente elevado que aparentemente se dejó sin sombra para mantener la iluminación necesaria para una foto de grupo con Biden y sus principales ayudantes al final de la ceremonia.
Mientras tanto, el líder de la oposición Benjamin Netanyahu fue visto sentado en otra zona de sombra cercana.
El ministro de Defensa, Benny Gantz, que evidentemente tenía sed, intentó abrir una botella de agua, pero por alguna razón lo hizo con los dientes.
No quedó claro de inmediato si el truco tuvo éxito.
Un momento conmovedor de la ceremonia fue el encuentro de Biden con Netanyahu, quien, a pesar de su posición como líder de la oposición, recibió un apretón de manos completo, mientras que Lapid, Herzog y Bennett sólo recibieron corteses choques de puño, aparentemente como una precaución relacionada con el COVID.
Al acercarse a Netanyahu, Biden le estrechó la mano y le dijo: “Sabes que te quiero”.
Durante un encuentro entre ambos en 2014, Biden le dijo al ex primer ministro: “Bibi, no estoy de acuerdo con nada de lo que dices, pero te quiero”.
Está previsto que Biden se reúna brevemente con Netanyahu el jueves.