La embajadora de EE. UU. en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, destaca la importancia de recordar a las víctimas del ataque de Hamás.
La voz de las víctimas de Hamás y su relevancia
En un reciente encuentro, Linda Thomas-Greenfield enfatizó sobre los ataques perpetrados por Hamás, que ocasionaron la pérdida de más de mil vidas inocentes, incluyendo al menos 22 ciudadanos estadounidenses. Adicionalmente, se mencionó que alrededor de 100 individuos fueron tomados como rehenes.
Estas cifras, por más devastadoras que parezcan, no logran describir completamente la gravedad y la crueldad de la situación. Las estadísticas no pueden reflejar el dolor y sufrimiento real que las víctimas y sus familias han experimentado.
Thomas-Greenfield se pronunció en un acto organizado por el Comité Judío Estadounidense en Nueva York, al cual asistieron diplomáticos de 58 naciones, para expresar solidaridad hacia Israel.
Historias personales y el clamor de justicia
Se hizo un llamado a compartir las historias de aquellos afectados directamente por los ataques. La embajadora recalcó la importancia de no olvidar a individuos como Doron Asher Katz y sus hijas, que fueron secuestradas durante una visita a su abuela en Israel.
Resaltando la responsabilidad de la comunidad diplomática, Thomas-Greenfield exhortó a no equiparar de manera errónea las acciones de Hamás con el derecho de Israel a defenderse, amparado por la Carta de la ONU.
La embajadora estadounidense hizo énfasis en el apoyo necesario hacia Israel, país que ha sido constantemente criticado en instancias internacionales.
Recuerdo y compromiso: “Nunca más”
Reflexionando sobre su visita en 2021 al museo del Holocausto Yad Vashem, en Israel, Thomas-Greenfield recordó el compromiso de la humanidad de no repetir tales atrocidades en el futuro. La frase “Nunca más” no solo es un recordatorio, sino un llamado a la acción.
El combate contra el antisemitismo y cualquier forma de odio racial es esencial. La embajadora urge a mantener vivos los recuerdos de las víctimas y a luchar por un mundo de paz, recordando el mantra hebreo: “Am Israel Jai”.