En una reunión crucial celebrada en la Casa Blanca, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y el Asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, mantuvieron el lunes una reunión de noventa minutos centrada en la intensificación de los esfuerzos para liberar a los rehenes en poder de Hamás y en la estrategia para desmantelar las capacidades de la organización terrorista en Gaza.
Durante la sesión, que se celebró a puerta cerrada, ambas personalidades discutieron las tácticas para desactivar el gobierno y las fuerzas militares de Hamás. Gallant hizo hincapié en las consecuencias de largo alcance de la guerra en curso, pronosticando un impacto significativo en la estabilidad regional durante las próximas décadas y sentando un precedente en la lucha contra los enemigos comunes de Israel y Estados Unidos.
Esta reunión forma parte de una agenda de encuentros programados durante la visita de Gallant a Washington, quien, antes de su comienzo, expresó su determinación de que la guerra persistirá hasta que se alcancen objetivos claros. «Insistiré en la importancia de destruir a Hamás y de traer a los rehenes a casa. Operaremos contra Hamás en todas partes, incluso en lugares donde aún no hemos estado. Identificaremos una alternativa a Hamás, para que las FDI puedan completar su misión. No tenemos derecho moral a detener la guerra mientras siga habiendo rehenes en Gaza», declaró Gallant.