El presidente Isaac Herzog llamó al líder ruso Vladimir Putin el martes como parte de los esfuerzos en curso de Israel para evitar que Moscú cierre las operaciones de la Agencia Judía en Rusia, dijo su oficina.
“Los presidentes discutieron las relaciones bilaterales entre Israel y Rusia, incluyendo los desafíos del pueblo judío en la diáspora. En este contexto, el presidente Herzog profundizó en la cuestión de las actividades de la Agencia Judía en Rusia”, dijo la oficina de Herzog.
El mes pasado, las autoridades rusas solicitaron a un tribunal de distrito de Moscú que detuviera las actividades de la Agencia Judía en Rusia, alegando que la organización, que facilita y fomenta la inmigración judía a Israel, había violado las leyes locales, concretamente la recopilación ilegal de información sobre ciudadanos rusos. La próxima vista del caso está prevista para el 19 de agosto.
Aunque las autoridades rusas insisten en que sus esfuerzos por cerrar la Agencia Judía, una organización casi oficial estrechamente relacionada con el gobierno israelí, son una cuestión puramente legal, muchos en Israel ven la medida como una táctica diplomática destinada a presionar a Jerusalén.
Antes de la próxima vista judicial, los funcionarios israelíes han estado trabajando para negociar un compromiso con Moscú, ofreciendo incluso hacer “ajustes” en las actividades de la organización, para mantener abiertas las oficinas de la Agencia Judía en Rusia.
La oficina de Herzog dijo que había iniciado la llamada “a petición del primer ministro Yair Lapid y en coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores”.
La oficina del presidente se negó a comentar qué respuesta, si la hubo, tuvo Putin durante la discusión con la Agencia Judía.
“La llamada telefónica fue franca y honesta. Los dos presidentes hicieron hincapié en las importantes áreas de cooperación entre Israel y Rusia y acordaron permanecer en contacto”, dijo la oficina de Herzog.
“El presidente Putin subrayó su compromiso personal con la conmemoración del Holocausto y la lucha contra el antisemitismo”, según la lectura.
La semana pasada, el embajador de Israel en Rusia, Alexander Ben Zvi, se reunió en Moscú con el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Mikhail Bogdanov, para discutir el futuro de la Agencia Judía en Rusia.
Lapid ha advertido que el cierre de la Agencia Judía por parte de Moscú sería “un acontecimiento grave, que tendrá consecuencias” para los lazos ruso-israelíes.
Herzog, por su parte, ha sugerido que es mejor tratar la cuestión en silencio y entre bastidores: “Creo que cuanto menos hablemos de ello, mejor estaremos. Permitirá un tratamiento adecuado de la cuestión”.
Lapid ha recurrido con frecuencia a Herzog, que ocupa un puesto en gran medida simbólico, para tareas diplomáticas delicadas, como ayudar a Israel a restablecer sus lazos con Turquía, tensos desde hace tiempo.
Las razones de Moscú para atacar a la organización cuasi-gubernamental siguen sin estar claras, ya que los funcionarios rusos aún no han indicado qué medidas -si es que hay alguna- podría tomar Israel que les llevara a suspender sus amenazas de cerrar el grupo, cuya tarea es facilitar y fomentar la inmigración judía a Israel.
Muchos ven las tensiones como resultado del creciente apoyo de Israel a Ucrania en su conflicto con Rusia.
Jerusalén ha evitado proporcionar ayuda militar directa a Kiev -incluyendo armas ofensivas o tecnología defensiva avanzada- desde que las tropas rusas invadieron Ucrania el 24 de febrero, en un intento de evitar que se desate una crisis con Moscú.
Sin embargo, Israel se ha encontrado en desacuerdo con Rusia al apoyar cada vez más a Ucrania y al mismo tiempo tratar de mantener la libertad de movimiento en los cielos de Siria, controlados en gran medida por Moscú.