El ministro de Inteligencia, Eli Cohen, fue el primer ministro israelí que visitó Sudán, lo que hizo el lunes.
Cohen y el ministro de Defensa sudanés, Yassin Ibrahim Yassin, firmaron un memorando de entendimiento sobre “asuntos diplomáticos, de seguridad y económicos”, dijo el portavoz de Cohen. El ministro israelí también se reunió con el líder transitorio sudanés Abdel Fattah al-Burhan.
“Estoy seguro de que esta visita sentó las bases de una importante cooperación que ayudará a Israel y a Sudán, y estabilizará la región”, dijo Cohen.
El ministro de Inteligencia llegó a Jartum con una delegación del Ministerio de Inteligencia y del Consejo de Seguridad Nacional. Regresaron varias horas después, antes de que el gobierno cerrara el país a los vuelos entrantes y salientes.
El ministro expresó su optimismo de que más países de la región sigan a Sudán y establezcan relaciones diplomáticas con Israel.
Sudán es el tercero de los cuatro países que se han unido a los Acuerdos de Abraham, los acuerdos de normalización y paz negociados por la administración Trump entre Israel y varios estados árabes. Sudán envió tropas para luchar contra Israel en las guerras de 1948 y 1967, y en Jartum se produjeron los “Tres Nos” por los que la Liga Árabe declaró que no reconocería, negociaría ni haría la paz con Israel.
Cohen atribuyó al primer ministro Benjamin Netanyahu y a su mayor énfasis en las relaciones con los estados africanos en los últimos años el impulso para que Sudán hiciera la paz con Israel.
Los funcionarios israelíes y sudaneses “hablaron de la seguridad y la estabilidad regionales, que son esenciales para el desarrollo económico”. Las partes dijeron que profundizarán su cooperación en materia de inteligencia.
Los funcionarios también plantearon la posibilidad de que Israel se una al Consejo de los Países Árabes y Africanos del Mar Rojo y el Golfo de Adén, fundado hace un año. Varios países del consejo no tienen vínculos oficiales con Israel, entre ellos Arabia Saudí, Yibuti, Somalia y Yemen.
Los funcionarios del gobierno sudanés dijeron a la delegación israelí que están trabajando para anular sus leyes de boicot a Israel y para anular las leyes que encarcelan a los emigrantes que salen de Sudán y luego regresan. Hay unos 6.200 migrantes sudaneses en Israel.
El actual gobierno de transición de Sudán llegó después de que el antiguo gobernante Omar al-Bashir fuera derrocado en 2019, y busca cambiar el país hacia la democracia. Sudán acogió a Al Qaeda y sirvió como estación de paso para que Irán contrabandeara armas a Hamás en las últimas décadas, pero Estados Unidos retiró el año pasado la designación de Sudán como Estado patrocinador del terrorismo. Salir de la lista negra de Estados Unidos ha abierto a Jartum a más inversiones extranjeras y a la cooperación, que espera rehabilitar su economía.
Los funcionarios israelíes también plantearon una serie de posibles proyectos económicos conjuntos, haciendo hincapié en el agua, la agricultura, las energías renovables, la sanidad y la aviación.
El Ministerio de Inteligencia dijo que es probable que avancen en el establecimiento de plantas desalinizadoras e infraestructuras de energía renovable en Sudán, así como en la orientación de prácticas agrícolas.
Las partes acordaron que delegaciones gubernamentales y empresariales sudanesas visitarán pronto Israel.