Según el embajador saliente de Israel en Washington D.C., los próximos meses podrían traer novedades interesantes en el ámbito de las relaciones de Israel con otros países de la región a medida que se amplíen los Acuerdos de Abraham.
En una entrevista especial con Israel Hayom antes del final de su mandato, el ex ministro del Likud, Gilad Erdan, describió los intensos esfuerzos que está realizando la actual administración estadounidense para persuadir a más países de que normalicen sus relaciones con Israel.
Erdan, que también es embajador de Israel ante las Naciones Unidas, cargo que seguirá ocupando incluso después de dejar Washington, dijo a Israel Hayom que “los Acuerdos de Abraham son un excelente ejemplo de las políticas que la administración estadounidense ha adoptado a pesar de la polarización política en Estados Unidos. Al principio, tuvieron algunas dudas al respecto, y absorbieron muchas críticas en el Congreso, pero aun así perseveraron”.
“Con el tiempo”, prosiguió Erdan, “la administración intensificó realmente sus esfuerzos para incorporar a otros países y aprovechar su influencia en importantes países musulmanes que actualmente no tienen relaciones diplomáticas formales con Israel, con la esperanza de que se produzcan tratados de paz. Los funcionarios que se ocupan de estos esfuerzos son de mayor nivel que los del pasado, y espero que pronto veamos los frutos de su trabajo, incluso en los próximos meses. La actual administración está invirtiendo mucho en este ámbito”, señaló.
Erdan también subrayó que Israel debe invertir más en la creación de vínculos con la generación más joven de estadounidenses, y específicamente con los afroamericanos. “La corriente principal de los demócratas apoya a Israel, pero los palestinos han conseguido conectar con el movimiento Black Lives Matter, aunque realmente no hay nada que vincule ambas narrativas”.
Según Erdan, uno de los principales retos para el sucesor de Erdan en Washington, Mike Herzog, será lidiar con la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China. “China es un socio deseable en términos económicos dada su mano de obra barata y rápida, y no tiene muchos competidores aquí en Israel para los grandes proyectos que los inversores chinos están llevando a cabo. Por otro lado, existe un acuerdo bipartidista en Estados Unidos de que China representa una amenaza estratégica, y la administración estadounidense quiere que sus aliados adopten la misma línea con respecto a China, así que eso es algo que podría ser un reto para Israel en el futuro”.
En cuanto a los planes futuros del propio Erdan, el embajador no quiso pronunciarse, ni siquiera sobre si tiene previsto presentarse a la dirección del partido Likud.