El primer ministro Benjamín Netanyahu sostuvo una reunión crucial el jueves en Tel Aviv con el director de la CIA, William Burns, y otros altos funcionarios, incluyendo al jefe del Mossad, David Barnea; el director del Shin Bet, Ronen Bar; el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi; y el secretario militar, Avi Gil. El encuentro tuvo como eje central las negociaciones en curso para la liberación de los rehenes en manos de Hamás.
Netanyahu optó por no enviar una delegación a El Cairo para reunirse con Burns y altos representantes de Egipto y Qatar. Esta decisión se tomó en espera de que Hamás modifique sus demandas, las cuales Netanyahu ha descrito como “delirantes”.
En conversaciones con Burns, Netanyahu insistió en la necesidad de confirmar si los rehenes habían recibido medicamentos suministrados a Gaza el mes pasado, medicamentos entregados como parte de un acuerdo con la participación de Francia, Qatar y EE. UU. A pesar de las garantías, no se ha confirmado la entrega a los rehenes, y dos de ellos, rescatados recientemente, afirmaron no haber recibido dichos medicamentos.
Un funcionario israelí subrayó que solo la combinación de una “fuerte presión militar” junto a una “firme presión en las negociaciones” podría influir en Hamás para alterar sus demandas en cuanto al acuerdo sobre los rehenes. Estas exigencias incluyen un alto el fuego permanente, la retirada de tropas de Gaza, la reconstrucción del enclave y la liberación de aproximadamente 1.500 terroristas palestinos a cambio de los rehenes secuestrados el 7 de octubre.
Israel ha rechazado estas demandas como inválidas. Mientras tanto, una delegación israelí se encontraba en El Cairo para las conversaciones, aunque desde Jerusalén se indicó que el equipo, liderado por Barnea y Bar, estaba “allí para escuchar” sin presentar contraofertas. Las conversaciones concluyeron sin avances significativos.
El sitio web de noticias libanés Al Mayadeen, afiliado a Hezbolá, reveló detalles de una supuesta oferta de tregua israelí para Gaza, basada en fuentes de Hamás. La oferta contemplaría tres fases, comenzando con una retirada parcial de las Fuerzas de Defensa de Israel de zonas densamente pobladas y la rehabilitación de hospitales bajo supervisión israelí. Además, se incluirían medidas como la restricción de vuelos militares sobre Gaza y la entrada diaria de ayuda humanitaria.
Detalles de la propuesta de intercambio de rehenes por terroristas presos
La propuesta de tregua entre Israel y Hamás, según se reportó, contempla varias fases para el intercambio de rehenes y terroristas presos. En la primera fase, Israel liberaría a tres palestinos, algunos de ellos cumpliendo largas condenas, a cambio de un número no especificado de rehenes israelíes, incluyendo civiles y mujeres soldado.
La segunda fase, que tendría una duración de 30 días, implicaría el intercambio de un número indeterminado de detenidos palestinos por más rehenes. Durante esta etapa, las fuerzas israelíes permanecerían en Gaza, pero Israel consideraría permitir el regreso de civiles desplazados a sus hogares, según las fuentes de Hamás citadas por Al Mayadeen.
No se proporcionaron detalles específicos sobre la tercera fase de la propuesta. Los países garantes de este acuerdo, según el informe, incluirían a EE. UU., Egipto y Qatar, excluyendo a Turquía y Rusia, a pesar de la solicitud de inclusión por parte de Hamás.
En una entrevista con Al Yazira, Muhammad Nazzal, un alto funcionario de Hamás, acusó al primer ministro Netanyahu de sabotear las conversaciones en El Cairo, intentando lograr la liberación de los rehenes sin ceder ante las demandas de Hamás. Sin embargo, afirmó que las negociaciones no estaban estancadas.
Ismail Haniyeh, líder de Hamás, enfatizó que cualquier acuerdo con Israel debe asegurar un alto el fuego y una retirada militar israelí de Gaza, además de un canje serio de rehenes por terroristas encarcelados.
En un esfuerzo por incrementar la presión sobre el gobierno, el Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos anunció que intensificaría su campaña, criticando la gestión gubernamental de las negociaciones como equivalente a “enterrar a los rehenes”. Se planeó una conferencia de prensa y acciones de protesta, incluido el bloqueo de la entrada al Ministerio de Defensa en Tel Aviv.
Mientras tanto, una delegación de Hamás viajó a El Cairo para reunirse con funcionarios egipcios y qataríes, en anticipación a las conversaciones del jueves. Se informa que los mediadores egipcios buscan alcanzar un alto el fuego antes de una potencial operación terrestre israelí en Rafah, donde 1,4 millones de palestinos desplazados han buscado refugio.
Punto crítico en las negociaciones entre Israel y Hamás: La liberación de terroristas
Funcionarios estadounidenses e israelíes, citados por el sitio de noticias Axios, han identificado la liberación de terroristas palestinos como el principal obstáculo en las negociaciones entre Israel y Hamás. En una reciente conversación, el presidente de EE. UU., Joe Biden, instó al primer ministro Benjamín Netanyahu a demostrar mayor flexibilidad en las negociaciones, sugiriendo que Israel podría necesitar liberar a más palestinos por cada rehén que en acuerdos anteriores. En un intercambio previo en noviembre, Hamás liberó a 105 civiles, manteniendo una proporción de tres palestinos por cada rehén liberado.
Un funcionario de EE. UU. señaló que “la proporción sigue siendo una cuestión pendiente”, reflejando las complejidades de las conversaciones en curso. Netanyahu, por su parte, ha expresado su disposición para alcanzar un acuerdo sobre los rehenes, aunque cualquier propuesta debe contar con el respaldo de su gabinete, que incluye miembros de extrema derecha reticentes a conceder una tregua.
La guerra, iniciada el 7 de octubre tras un ataque masivo de Hamás en el sur de Israel, en el que los terroristas masacraron a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a otras 253, incluyendo mujeres y niños. Hasta la fecha, se cree que 130 rehenes permanecen en Gaza, no todos ellos vivos, tras varias liberaciones y rescates.
Además, Hamás retiene los cuerpos de los soldados caídos de las FDI desde 2014 y de dos civiles israelíes, Avera Mengistu y Hisham al-Sayed, quienes se cree entraron voluntariamente en Gaza en 2014 y 2015. Este complejo panorama subraya los desafíos que enfrentan las negociaciones para lograr un acuerdo de paz duradero.