Siria sigue siendo un foco de preocupación para Estados Unidos. El secretario de Estado, Marco Rubio, sostiene que reemplazar una fuerza desestabilizadora por otra no representa un avance y recalca que este asunto será monitoreado de cerca.
En relación con el Líbano, Rubio destaca que Washington e Israel comparten el mismo objetivo: fortalecer al Estado libanés para que pueda hacer frente a Hezbolá y desarmarlo.
Irán se encuentra en el centro de todas estas amenazas, según Rubio. Lo señala como el principal factor de inestabilidad en la región y lo responsabiliza de respaldar grupos terroristas, fomentar actos violentos y generar caos en diversas naciones.
Distingue entre el régimen iraní y su población. Según él, los ciudadanos de Irán son víctimas de su propio gobierno, sometidos a un sistema que perpetúa la opresión y la guerra.
Gaza, Judea y Samaria, Líbano, Siria e Irak comparten un origen común en sus crisis: la influencia iraní. Rubio insiste en que este problema debe ser abordado de manera urgente.
Un Irán con capacidad nuclear, asegura, es una posibilidad que jamás debe concretarse. Subraya que la postura del expresidente Trump sobre este asunto ha sido clara e intransigente.
Estados Unidos, afirma Rubio, siente un profundo respeto por los desafíos que Israel ha enfrentado y sigue enfrentando. resalta que la nación ha demostrado un coraje excepcional a lo largo de su historia.
Como sociedad, Israel representa un modelo de pluralismo, libre mercado y democracia. Rubio sostiene que un Medio Oriente con más países siguiendo su ejemplo sería una región considerablemente más segura.
La búsqueda de la paz ha sido una constante para Israel, pero Rubio advierte que el país no permitirá ser intimidado ni destruido por sus enemigos.