El Senado de EE. UU. rechaza resolución para investigar posibles violaciones a los derechos humanos en ofensiva de Israel en Gaza.
En un reciente acontecimiento en el Senado de los Estados Unidos, se ha presenciado el rechazo de una resolución significativa. Esta resolución, si hubiera sido aprobada, habría obligado al Departamento de Estado a preparar un informe exhaustivo en un lapso de 30 días. El informe en cuestión debía investigar la posibilidad de que Israel haya incurrido en violaciones a los derechos humanos durante su ofensiva militar en Gaza, dirigida contra Hamás.
El proceso de votación reveló una notable división: de los 100 miembros del Senado, 54 se posicionaron en contra de la resolución, bloqueando así su progreso legislativo. Esta votación fue impulsada por el senador Bernie Sanders, quien, aunque es independiente, suele alinearse con los demócratas.
La resolución, a pesar de su derrota, evidenció una inquietud creciente entre algunos miembros del Partido Demócrata, particularmente aquellos de tendencia más izquierdista, sobre las políticas de Israel. Este grupo, aunque minoritario, está en ascenso dentro del partido.
Sanders, antes de la votación, expresó enérgicamente su posición: “Es imperativo que la ayuda estadounidense se administre en un marco que respete los derechos humanos y se ajuste a nuestras leyes”.
La administración de la Casa Blanca, liderada por el presidente Joe Biden, se mostró abiertamente en contra de la resolución. De haberse aprobado, esta podría haber marcado un precedente para condicionar la ayuda de seguridad que Estados Unidos brinda a Israel. Actualmente, esta ayuda asciende a 3.800 millones de dólares anuales, y abarca desde aviones de combate hasta bombas capaces de destruir los túneles de Hamás. Adicionalmente, Biden ha solicitado al Congreso una suma extra de 14.000 millones de dólares.
La propuesta de Sanders se basó en la Ley de Ayuda Exterior, la cual permite al Congreso exigir al Departamento de Estado que facilite informes sobre la situación de los derechos humanos en cualquier nación receptora de ayuda de seguridad estadounidense.
Si se hubiera aprobado, la resolución habría requerido que el Departamento de Estado entregase un informe detallado al Congreso en un plazo de 30 días. Con este informe en mano, el Congreso tendría la facultad de considerar futuras resoluciones que podrían proponer ajustes a la asistencia de seguridad proporcionada a Israel.
Israel emprendió una campaña militar con el objetivo de neutralizar a Hamás, una organización respaldada por Irán que ha proclamado su intención de destruir Israel. Esta ofensiva fue una respuesta a la incursión de miles de terroristas a través de la frontera el 7 de octubre, un ataque en el que masacraron a más de 1.200 personas, mayormente civiles, y secuestraron a 240.
Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, la guerra ha causado más de 24.000 muertes. Esta cifra, aunque no ha sido verificada de forma independiente, se cree que incluye tanto a civiles como a miembros de Hamás muertos en Gaza, incluso como resultado de fuego amigo de los cohetes lanzados por estos grupos terroristas. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han informado que han eliminado a más de 9.000 agentes en Gaza, además de aproximadamente 1.000 terroristas dentro de Israel el 7 de octubre y en los días subsiguientes.