En una reciente rueda de prensa en Jerusalén, el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, ha refutado las acusaciones de que Israel está utilizando la hambruna como arma de guerra en Gaza, calificándolas de “absoluta gilipollez”.
Graham, que ha visitado Israel en cuatro ocasiones desde que comenzó la guerra el 7 de octubre, argumentó que las críticas a Israel equivalen a un “libelo de sangre”, y destacó los esfuerzos sin precedentes de Israel para mitigar el impacto de la guerra en la población civil palestina. “Nunca en la historia de la guerra he visto un esfuerzo semejante por parte de uno de los protagonistas de una guerra para aminorar el efecto sobre la población del otro bando”, afirmó.
Durante su visita, Graham se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, además de mantener conversaciones telefónicas con el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi.
Según el senador, el gobierno y el ejército de Israel están haciendo “esfuerzos increíbles” para garantizar que los palestinos tengan acceso a necesidades básicas como alimentos y atención médica, incluso en medio de la guerra. “Sé que la situación en Gaza es miserable… Pero la comida fluye. La atención sanitaria fluye lo mejor que puede”, declaró.
Respondiendo directamente al secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, que había destacado la importancia de proteger a los civiles palestinos como un “imperativo moral”, Graham se preguntó si no había habido un imperativo similar por parte de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial para reducir las bajas civiles en Alemania y Japón.
El senador también elogió el plan israelí de evacuar a los civiles de las zonas cercanas a Rafah, calificándolo de “muy impresionante”, y condenó a Hamás por el sufrimiento en Gaza, describiendo al grupo como “cobardes” que se esconden detrás de civiles inocentes.