Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, declaró a la revista Time que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está al tanto de su intención de que la guerra en Gaza finalice. Según el medio, esta postura fue comunicada durante las conversaciones telefónicas que ambos líderes mantuvieron en el marco de la campaña presidencial.
El Instituto Nacional Democrático (NDI) reveló que, en una reunión previa en el resort de Mar-a-Lago en octubre, Trump expresó directamente a Netanyahu su deseo de que la guerra termine antes de asumir la presidencia. Israel, sin embargo, ha mostrado recelo ante este tipo de exigencias públicas, acusando a líderes internacionales de ejercer presión injusta sobre su gobierno en lugar de responsabilizar a Hamás.
En un mensaje reciente en redes sociales, Trump advirtió que “se desataría un infierno” si los rehenes en Medio Oriente no eran liberados antes del 20 de enero, aunque evitó mencionar directamente a Israel o Hamás en sus declaraciones. Por su parte, Netanyahu se ha opuesto a concluir la guerra como condición para liberar rehenes, argumentando que esta medida permitiría a Hamás reorganizarse.
Los responsables de seguridad israelíes han adoptado una postura más flexible, proponiendo la posibilidad de un intercambio de rehenes y asegurando que las fuerzas israelíes podrían regresar a Gaza si fuera necesario. Advirtieron además que prolongar las negociaciones reduciría las probabilidades de rescatar a los rehenes con vida, según declaraciones de funcionarios israelíes.
En días recientes, el optimismo ha crecido entre los funcionarios israelíes respecto a un posible acuerdo. Un diplomático árabe implicado en las negociaciones confirmó que ambas partes han mostrado disposición para pactar los términos de una retirada israelí de Gaza. Sin embargo, el punto crítico sigue siendo si el alto el fuego será permanente o temporal.
Los mediadores están promoviendo un acuerdo por fases, similar al respaldado públicamente en mayo por el presidente estadounidense Joe Biden. Según el diplomático árabe, Israel se centra en una primera etapa de 40 a 60 días, mientras Hamás teme una reanudación de los combates después de que Trump asuma el cargo.
Cuando Time consultó a Trump sobre su confianza en Netanyahu para su segundo mandato, este respondió tras una breve pausa: “No confío en nadie”. Ante una pregunta sobre la posibilidad de un conflicto con Irán, Trump indicó con cautela: “Cualquier cosa puede pasar”. Esta declaración contrasta con las promesas hechas durante su campaña, donde reiteró que no iniciaría nuevas guerras.