El jueves, Israel acogió con satisfacción la ratificación por parte del Parlamento Europeo de un tratado de aviación, a pesar de las críticas de los principales miembros de la Unión Europea (UE) sobre sus planes de aplicar la soberanía en partes de Judea y Samaria.
De la noche a la mañana, el Parlamento votó por 437 votos contra 102 a favor de la ratificación de un acuerdo de “cielos abiertos” que se firmó en el 2013 para dar a las aerolíneas israelíes y a las de los 27 estados miembros de la Unión Europea, acceso a los aeropuertos de los demás.
Una moción de aplazamiento de la ratificación en protesta por el plan de soberanía propuesto fue derrotada anteriormente por 388 votos contra 278 y 20 abstenciones.
En una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel no se mencionó la cuestión de soberanía, pero se mencionó que la ratificación era “posible gracias a la continua e intensa labor diplomática” de los embajadores israelíes en Europa.
“La ratificación final de este acuerdo es una expresión importante de la relación de Israel con la UE”, en la declaración israelí se citaba al Ministro de Relaciones Exteriores, Gabi Ashkenazi (Azul y Blanco).
“Este es un importante mensaje que asegurará la recuperación de las industrias del turismo y de la aviación”.
Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, Israel ha impuesto un cierre casi total de los vuelos que entran o salen, lo que supone un duro golpe para sus vitales negocios de turismo y aviación.
En una visita a Jerusalén de su homólogo griego, Kyriakos Mitsotakis, el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu afirmó que una reapertura gradual de los cielos solo sería sostenible si las tasas de infección por coronavirus se mantienen bajo control.
Hasta el momento, Israel está tratando la pandemia relativamente bien, con unas 20 mil infecciones y poco más de 300 muertos para su población de nueve millones de habitantes.
Pero la disminución de los controles del coronavirus en las últimas semanas ha ido acompañada de un aumento de las infecciones, lo que hace temer que sea necesario volver a imponer restricciones.