24 alcaldes del área metropolitana de Tel Aviv (Gush Dan) han propuesto un “impuesto especial que pagarán todos los residentes de la región a la que dará servicio el sistema de metro y que, en última instancia, se beneficiarán del proyecto de transporte”.
El impuesto es una contrapropuesta a los actuales planes del gobierno para financiar aspectos del proyecto de Metro. Los ayuntamientos afectados alegan que la cuantía de las indemnizaciones que tendrían que pagar a los propietarios por la ejecución del proyecto llevaría a algunos de ellos al colapso financiero. Expusieron sus preocupaciones hace varias semanas en una carta dirigida al Primer Ministro Naftali Bennett y a los ministros de Finanzas, Transporte e Interior.
Mientras tanto, la legislación sobre el metro sigue adelante sin la cláusula que especifica cómo se financiará.
En su carta, los 24 alcaldes estiman que los 150 kilómetros de líneas ferroviarias subterráneas del metro darán lugar a enormes reclamaciones de indemnización en virtud de la cláusula 197 de la Ley de Planificación y Construcción, que trata de la indemnización por la reducción del valor de la propiedad.