Los jefes de siete autoridades locales del sur de Israel han solicitado al primer ministro Benjamin Netanyahu que detenga el aumento del transporte de petróleo crudo por el país, que implica descargar mayores cantidades en los puertos de Eilat, en el mar Rojo, y Ashkelon, en el Mediterráneo, y transportarlo por tierra entre ambos.
En una carta dirigida a Netanyahu, los alcaldes de Eilat, Ashkelon, Dimona, Ramat HaNéguev, Alto Aravá, Mitzpe Ramon y Eilot expresaron su preocupación por los riesgos ambientales y solicitaron que se detuvieran las discusiones sobre el incremento del transporte de petróleo.
La carta fue publicada tras una reunión de emergencia en el Ministerio de Protección Ambiental, donde los alcaldes pidieron mantener la política de “riesgo cero adicional” para proteger los arrecifes de coral de Eilat, que son vitales para la economía turística de la ciudad.
La ministra de Protección Ambiental, Idit Silman, indicó que el aumento de petróleo no se destina a Israel, sino a la exportación a otros países, y destacó que los estudios de riesgo ambiental de la empresa EAPC fueron inadecuados para justificar el aumento de petróleo.
En 2021, el Ministerio de Protección Ambiental, bajo la dirección de Tamar Zandberg, limitó las importaciones de petróleo a dos millones de toneladas anuales para reducir el riesgo de contaminación. Sin embargo, la EAPC ha presionado para revertir esta política, con el fin de cumplir un acuerdo con empresarios israelíes y de los Emiratos Árabes Unidos para transportar petróleo desde el Golfo hasta Ashkelon.
La carta también denuncia que el gobierno no ha provisto los recursos adecuados a la unidad de protección costera de Eilat para hacer frente a un posible derrame de petróleo. La EAPC, que tiene un historial medioambiental problemático, fue responsable del mayor desastre medioambiental de la historia de Israel en 2014, cuando un derrame de petróleo contaminó la reserva natural de Evrona.
La EAPC, por su parte, defendió su plan y señaló que un comité interministerial había determinado que su puerto en Eilat debería operar con normalidad, asegurando que mantener la decisión anterior de la ministra Zandberg podría afectar la seguridad energética del país.