La empresa alemana E.ON señala que, a pesar de la calma actual en el mercado energético, Europa podría enfrentarse a una escalada de precios este invierno.
E.ON advierte sobre la posibilidad de subidas de precios
La estabilidad en los precios del gas natural y la calma en los mercados energéticos no garantizan una temporada invernal sin sorpresas en Europa. E.ON, uno de los mayores proveedores de servicios públicos de Alemania, resalta que un súbito déficit de suministro sumado a temperaturas más bajas de lo esperado puede generar un alza en los precios.
En el primer semestre de 2023, la firma registró que, aunque la volatilidad intradía ha sido alta, no se han observado aumentos de precios comparables a los de agosto de 2022.
Leonhard Birnbaum, consejero delegado de E.ON, indicó que a pesar de una menor probabilidad de repetición de la crisis del invierno anterior, la transformación estructural post-conflicto entre Rusia y Ucrania y la disminución del gas ruso en el suministro europeo siguen siendo factores a considerar.
La crisis energética no se ha disipado completamente
Marc Spieker, Director Financiero de E.ON, enfatizó en mayo que la situación energética en Europa podría agravarse hacia finales de año. La crisis, aunque atenuada, aún no ha concluido.
Para este año, E.ON proyecta un panorama más optimista en comparación con el anterior. Reportaron ganancias básicas ajustadas de hasta un 40% en el primer semestre de 2023 con relación al mismo periodo de 2022, que estuvo marcado por desafíos en el sector energético.
La empresa reconoce que tras la prolongada crisis, las circunstancias adversas para su negocio están disminuyendo y que los mercados muestran signos de recuperación.
La importancia de una transición energética equilibrada
La actual crisis ha evidenciado la necesidad de considerar la sostenibilidad, la seguridad del suministro y la asequibilidad de la energía de manera integral. La transición energética se posiciona como un elemento clave en este contexto.
Birnbaum destacó que las intervenciones continuas de los gobiernos y las reformas apresuradas debatidas en Europa y varios Estados miembros durante la crisis, podrían resultar más perjudiciales que beneficiosas.