Los precios del crudo subieron a principios de esta semana después de que Arabia Saudita dijera el domingo que subiría sus precios para la mayoría de las regiones, excluyendo a Estados Unidos.
El aumento de los precios fue el mayor para los compradores asiáticos, ya que el emblemático Arab Light se venderá a 2,10 dólares por barril más que este mes, a 6,50 dólares por barril sobre las referencias de Omán/Dubai.
El Arab Light también será más caro para el mercado europeo. Arabia Saudita ha aumentado el precio de este tipo de crudo, similar al ruso Urals, en 2,20 dólares para los compradores europeos, hasta 4,30 dólares por barril sobre el Brent.
Mientras tanto, el crudo Brent volvió a superar los 120 dólares por barril, y el West Texas Intermediate le seguía de cerca con más de 119 dólares por barril en el momento de redactar este informe.
“Apenas unos días después de haber abierto un poco más la espita, Arabia Saudita no perdió tiempo en aumentar su precio de venta oficial para Asia, su principal mercado… viendo los efectos de la apertura de los futuros en todo el espectro del mercado del petróleo”, dijo Stephen Innes, socio gerente de SPI Asset Management, en una nota citada por Reuters.
La mayor apertura de las espitas sigue sin materializarse, como han señalado varios analistas. Algunos han señalado que, a pesar de que Arabia Saudita es uno de los pocos miembros de la OPEP que tiene capacidad sobrante, es posible que no se atreva a aprovecharla de forma considerable en estos momentos.
Mientras tanto, la demanda, especialmente en Asia, está aumentando, como demuestra el movimiento de precios de Riad.
“Muchos de los países del sudeste asiático, donde tengo mi sede, están superando con creces las expectativas en cuanto a la demanda de transporte por carretera”, declaró a Bloomberg el jefe de operaciones de Vitol en Asia, Mike Muller. “E intenta comprar un billete de avión en Singapur en las vacaciones de verano. Es terriblemente difícil”.
Si la demanda sigue esta trayectoria, los precios podrían dispararse aún más en los mercados internacionales, señaló la semana pasada Matt Smith, de Kpler.
“Si la demanda china vuelve a rugir después de los cierres y Rusia sigue viendo caer la producción, entonces no está fuera de lo posible volver a probar el máximo de 139 dólares visto a principios de año”, dijo a CNN.