Las compañías petroleras líderes, Exxon Mobil Corp. y Chevron Corp., experimentan una drástica caída en sus ganancias debido a la disminución de los precios del petróleo y el gas en comparación con el año pasado.
Exxon y Chevron: Descenso en las ganancias
Exxon, según las expectativas, reportará una disminución del 50,4 % en sus beneficios por acción para el segundo trimestre de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior. Esto se traduce en una caída de las ganancias de la compañía de $17.850 millones a $7.800 millones.
La caída en los beneficios se atribuye a la disminución de los precios del gas natural y a la debilidad de los márgenes de refino del petróleo. Se espera que los ingresos de Exxon disminuyan un 31,8 % interanual, de $115.680 millones a $78.850 millones.
Chevron tampoco espera un buen desempeño, proyectando que sus ganancias para el segundo trimestre disminuyan en casi un 50 % en comparación con el trimestre anterior. Esto se traduce en una ganancia esperada de $6.000 millones para el trimestre, un descenso del 48,3 % interanual.
Industria petroquímica enfrenta un declive prolongado
Además de la caída de los precios del petróleo y del gas, la industria petroquímica de las grandes petroleras tampoco ofrece un respiro. La baja demanda y la proliferación de nuevas fábricas resulta en la disminución de los márgenes de la petroquímica.
Joseph Chang, analista de ICIS, sostiene que debido al exceso de oferta de productos químicos, las grandes petroleras tendrán que buscar otras áreas para invertir. Sin embargo, esta situación supone un golpe a las expectativas de las petroleras, ya que habían contado con los productos petroquímicos como su motor de crecimiento durante la última década.
Demanda de petróleo y crecimiento futuro
A pesar de las circunstancias actuales, algunos analistas, como los de Energy Intelligence Group, predicen que la demanda de petróleo crecerá en las próximas décadas, siendo los productos petroquímicos el principal impulsor. Sin embargo, la sobrecapacidad de producción de etileno parece contradecir esta visión optimista.
S&P Global informó que entre 2020 y 2024 se pondrá en marcha una capacidad de producción de etileno de 49,5 millones de toneladas en todo el mundo, lo cual supera en un 55 % la demanda prevista. Más de la mitad de esta producción proviene o provendrá de China.
Grandes petroleras apuestan por tecnologías de “nueva energía”
Las petroleras, como respuesta a esta situación, invierten en tecnologías de “nueva energía” como las energías renovables y la captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS). Estas tecnologías son vistas como una de las soluciones para limitar el calentamiento global y el cambio climático.
Exxon Mobil recientemente firmó un contrato a largo plazo con Linde Plc. para la compra de dióxido de carbono asociado al proyecto de hidrógeno limpio de Linde en Beaumont, Texas. Exxon planea transportar y almacenar permanentemente hasta 2,2 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono procedentes de la planta de Linde.
Por su parte, Schlumberger Ltd, empresa de servicios petrolíferos de Exxon, creó la unidad SLB New Energy. SLB planea invertir en cinco nichos clave: soluciones de carbono, hidrógeno, geotermia y geoenergía, almacenamiento de energía y minerales críticos.
Expectativas futuras para las grandes petroleras
Aunque las grandes petroleras se enfrentan a desafíos en el corto plazo debido a la caída de los precios del petróleo y la sobreproducción en la industria petroquímica, sus inversiones en “nueva energía” podrían ofrecer nuevas vías para el crecimiento a largo plazo.
Los CEO de Exxon y Schlumberger ven un futuro prometedor para estas tecnologías. Se espera que el negocio de bajas emisiones de carbono de Exxon supere los resultados de su negocio tradicional de petróleo y gas en una década y genere cientos de miles de millones en ingresos.
En conclusión, las grandes petroleras enfrentan un desafío importante en el corto plazo, pero sus inversiones en tecnologías de “nueva energía” podrían llevar a un futuro más prometedor.