El presidente Joe Biden anunció el martes la prohibición de las importaciones de petróleo y gas ruso hacia Estados Unidos, en una acción que, según él, apunta a la “principal arteria de la economía rusa”.
“Eso significa que el petróleo ruso ya no será aceptable en los puertos de Estados Unidos y que el pueblo estadounidense asestará otro poderoso golpe a la maquinaria bélica de Putin”, dijo Biden.
El presidente Joe Biden dijo el martes que la decisión de Estados Unidos de prohibir las importaciones de gas y petróleo rusos va a provocar que los precios del gas doméstico, que están en alza, suban aún más, pero advirtió a las compañías de combustible que “no es momento de aprovecharse ni de subir los precios”.
“La decisión de hoy no es gratuita aquí en casa”, dijo a los periodistas. “La guerra de Putin ya está perjudicando a las familias estadounidenses en el surtidor de gasolina. Desde que Putin comenzó su acumulación militar en las fronteras ucranianas -sólo desde entonces- el precio de la gasolina en los surtidores de Estados Unidos subió 75 centavos. Y con esta acción va a subir más”.
“Voy a hacer todo lo posible para minimizar la subida de precios de Putin aquí en casa”, continuó Biden. “En coordinación con nuestros socios ya hemos anunciado que vamos a liberar 60 millones de barriles de petróleo de nuestras reservas conjuntas”.
“A las compañías de petróleo y gas y a las empresas financieras que las respaldan: entendemos que la guerra de Putin contra el pueblo de Ucrania está provocando una subida de precios. Lo entendemos. Eso es evidente”, dijo también Biden. “Pero no es una excusa para ejercer un aumento excesivo de los precios o un acolchado de los beneficios o cualquier tipo de esfuerzo para explotar esta situación o a los consumidores estadounidenses, explotarlos”.