La Bolsa de Tel Aviv (TASE) ha desacreditado con firmeza las afirmaciones de un estudio llevado a cabo por expertos en leyes estadounidenses. Este informe apuntaba a que inversores israelíes podrían haber obtenido ganancias anticipadas gracias a un presunto conocimiento previo del ataque llevado a cabo por Hamás el pasado 7 de octubre.
Los profesores Robert Jackson Jr, de la Universidad de Nueva York, y Joshua Mitts, de la Universidad de Columbia, abordaron en su reporte una sustancial “Venta en Corto” de acciones precedente a los ataques, actividad que superó, según los investigadores, las ventas en corto durante crisis significativas como la Crisis Financiera de 2008 o la pandemia de COVID-19.
Particularmente, en el caso de Leumi, el mayor banco de Israel, se vendieron en corto 4,43 millones de acciones entre el 14 de septiembre y el 5 de octubre, lo que, según el informe, generó beneficios de 3.200 millones de shekels (859 millones de dólares).
Sin embargo, la TASE refuta el cálculo de los autores, sosteniendo que los precios de las acciones son cotizados en agorot, equivalentes a centavos y peniques, en lugar de shekels. Esto situaría la ganancia potencial generada por la venta en corto en solo 32 millones de shekels.
El detalle fue señalado por Yaniv Pagot, Jefe de estrategia de la bolsa, quien también destacó que no hubo un incremento en las posiciones cortas en la bolsa en los dos meses previos al ataque. “No veo en los datos algo ni siquiera cercano a lo que escribieron en el artículo”, comentó a Reuters.
Pagot agregó que la venta en corto en Leumi fue realizada por un banco israelí no identificado. Este, afirmó, era particularmente riguroso con su cumplimiento, haciendo bastante improbable que una operación de este tipo proveniente de una organización terrorista pudiese ser ejecutada.
Hasta el momento, los profesores responsables del informe no han emitido comentarios sobre las acusaciones de la TASE. Asimismo, el regulador de valores de Israel declaró estar en conversaciones con los investigadores, aunque evitó hacer declaraciones adicionales durante el proceso de investigación en curso.