LONDRES – El primer ministro británico, Boris Johnson, subraya su impulso a la independencia energética, afirmando que el fracaso de Occidente a la hora de desprenderse del petróleo y el gas natural ruso tras la anexión de Crimea allanó el camino para la invasión de Ucrania.
Los países occidentales cometieron un “terrible error” al volver a las relaciones económicas normales con Rusia después de la incursión en Crimea y volverse aún más dependientes de las exportaciones energéticas rusas, escribe Johnson en un artículo de primera plana en el periódico The Telegraph.
“Y así, cuando (Vladimir Putin) finalmente llegó a lanzar su viciosa guerra en Ucrania, sabía que al mundo le resultaría muy difícil castigarlo. Sabía que había creado una adicción”, dice. “Por eso se siente capaz de bombardear hospitales de maternidad. Por eso se siente lo suficientemente envalentonado como para lanzar ataques indiscriminados contra familias que huyen”.
Poner fin a la dependencia mundial de la energía rusa hará que Putin se quede sin dinero, afirma Johnson al defender el plan del gobierno británico de eliminar gradualmente las importaciones de petróleo y gas de Rusia para finales de este año.
Para sustituir la energía rusa y reducir las emisiones de carbono, el Reino Unido debe ampliar la producción de energía eólica e invertir en otras formas de energía renovable, como la solar, la mareomotriz, la geotérmica y las centrales hidroeléctricas, afirma Johnson. El Reino Unido también debe revertir el “error histórico” de alejarse de la energía nuclear, afirma.