El mercado del petróleo enfrenta una tercera semana consecutiva de pérdidas, principalmente por el temor a una recesión y la incertidumbre en el sistema bancario de Estados Unidos.
Descenso en precios del petróleo
El West Texas Intermediate ha registrado una pérdida cercana al 10 % en la semana, mientras que el Brent ha acumulado un descenso del 14 % desde principios de año, según datos de Bloomberg. Este panorama se presenta a pesar de la decisión de la OPEP+ de reducir su producción colectiva en más de un millón de barriles diarios.
Los precios del crudo experimentaron un leve repunte en las primeras operaciones del viernes, pero aún se dirigen hacia una caída semanal del 7 %-8 %.
No obstante, algunos expertos mantienen una perspectiva más optimista. Warren Patterson, jefe de estrategia de materias primas de ING Groep, afirmó a Bloomberg que el mercado petrolero se encuentra en un territorio de sobreventa y que su balance muestra un déficit en la segunda mitad del año, lo que podría impulsar los precios al alza.
Factores que afectan los precios del crudo
Jun Rong Yeap, estratega de mercado de IG, comentó a Reuters que los precios del petróleo han sido golpeados por dos factores principales: la preocupación por un posible contagio en la banca estadounidense y la contracción sorpresiva de las actividades manufactureras en China, lo que afecta las perspectivas de demanda de petróleo.
John Kemp, de Reuters, señaló la recesión en la industria manufacturera y el transporte de mercancías en Estados Unidos, que llevan seis meses a la baja, lo que da como resultado un menor consumo de gasóleo y electricidad.
Preocupaciones en la demanda y el suministro de petróleo
La inquietud en el mercado no se limita únicamente al temor a una recesión en Estados Unidos, uno de los mayores consumidores y productores de petróleo, sino también a un posible colapso bancario tras la segunda mayor quiebra desde la crisis de 2008.
Por otro lado, los riesgos de suministro persisten, ya que Irak y el Kurdistán aún no han llegado a un acuerdo para reanudar las exportaciones de crudo desde la región autónoma. Si los temores de recesión en EE. UU. disminuyen, podrían ser reemplazados por la ansiedad en el suministro que podría impulsar al alza los precios del petróleo.