Eduardo Elsztain pretende recuperar el control de IDB Development, que se hundió el año pasado, después de haber quemado unos 3.000 millones de NIS del efectivo de sus empresas durante el tiempo que tuvo el control de IDB. A principios de este mes, Elsztain envió al administrador de IDB, Adv. Ophir Naor, una oferta para comprar el BID sin su efectivo, que está destinado a la distribución entre sus acreedores.
Elsztain ofrece solo 20 millones de NIS, más pagos condicionales si el valor de los activos de la empresa aumenta. La oferta está condicionada a la cancelación de todas las reclamaciones de IDB Development contra él, sus empleados y las empresas que controla. Entre otras cosas, esto significa la cancelación de la reclamación presentada por IDB Development contra IRSA, que Elsztain controla, después de que IRSA no cumpliera su compromiso de inyectar 70 millones de NIS en IDB a principios de septiembre de 2020.
Tras recibir la oferta, el fiduciario de los bonos de la serie 9 de IDB Development convocó una reunión de los bonistas para el 19 de diciembre, en la que decidirán si dan instrucciones al fiduciario para que proceda con la oferta. Fuentes de los tenedores de bonos dicen que es poco probable que la oferta obtenga la mayoría en la votación, debido al bajo importe.
IDB Development se derrumbó en septiembre de 2020 y debía unos 2.000 millones de NIS a sus tenedores de bonos. Gracias a las exitosas ventas de activos, la compañía pagó en su totalidad su deuda de 240 millones de NIS a sus tenedores de bonos garantizados de la serie 15 y su deuda de 920 millones de NIS a sus tenedores de bonos garantizados de la serie 14.
Las ventas de activos dejaron al BID con 330 millones de NIS en efectivo destinados a pagar a los acreedores no garantizados, principalmente los tenedores de bonos no garantizados de la serie 9, a quienes se les debe 900 millones de NIS. Además, el BID posee dos activos que deberían financiar el pago de al menos una parte de la deuda restante.
El primero es el 25 % de la aerolínea Israir, mientras que el segundo es el 25,8 % de la empresa inmobiliaria IDBG, que posee el proyecto comercial y de oficinas Tivoli en Las Vegas. El fideicomisario del BID también tiene derecho a demandar a los antiguos directivos de la empresa por las decisiones y acciones que la llevaron a la quiebra.