Estados Unidos podría ajustar el calendario de liberación de unos 50 millones de barriles de crudo de la reserva estratégica de petróleo en función de la dirección de los precios del petróleo, informó Reuters, citando al subsecretario de Energía, David Turk.
“Creo que cada país tomará decisiones en función de lo que sea útil y bueno para sus consumidores y en función de dónde esté el precio”, dijo Turk, refiriéndose a decisiones similares de ajuste que los aliados de Estados Unidos que participan en la liberación coordinada de las reservas estratégicas de petróleo podrían decidir hacer en medio de precios más bajos.
Los precios del petróleo cayeron bruscamente a finales de la semana pasada al conocerse la noticia de una nueva variante del coronavirus. La noticia llegó poco después de que Estados Unidos anunciara la liberación de 50 millones de barriles de las reservas estratégicas, lo que añadió presión a los índices de referencia.
Un golpe adicional llegó esta semana después de que los informes dijeran que se había identificado el primer caso de la variante Ómicron en Estados Unidos. Sin embargo, en el momento de escribir este artículo, el petróleo volvía a subir antes de la reunión de la OPEP+ que se celebra hoy, y muchos esperan que el grupo revise su política de añadir 400.000 bpd a su producción combinada cada mes hasta que vuelva a los niveles anteriores a la pandemia.
La noticia de Ómicron ha despertado una gran preocupación por las perspectivas inmediatas de la demanda de petróleo, y de ahí la caída de los precios del pasado viernes, que hundió el crudo Brent y el WTI unos 10 dólares. Ahora todas las miradas están puestas en la OPEP+ y su decisión.
La pandemia sigue siendo el único factor decisivo para los precios. A principios de esta semana, el jefe global de estrategia de renta variable de Jefferies, Christopher Wood, dijo que el petróleo podría alcanzar los 150 dólares por barril si la economía mundial se reabre por completo, añadiendo que era un gran “si”. Otros bancos de inversión también son alcistas con respecto al petróleo, con la notable excepción de Deutsche Bank, pero, de nuevo, sus previsiones dependen de la ausencia de futuros bloqueos.