La aerolínea israelí El Al está contemplando una decisión potencialmente histórica que podría cambiar su proveedor tradicional de aviones, con negociaciones en marcha para adquirir hasta 30 aviones A321neo de Airbus.
Conversaciones serias en busca de una flota modernizada
En un movimiento sorprendente, El Al se encuentra en “serias” conversaciones con Airbus para reemplazar su flota de corta distancia. Este acuerdo, si se concreta, marcaría un cambio significativo en la política de la compañía, ya que desde 1948, ha mantenido una flota exclusivamente Boeing.
La consejera delegada de El Al, Dina Ben Tal Ganancia, comunicó que la aerolínea también está dialogando con Boeing para comprar aviones 737 MAX. Sin embargo, las conversaciones con Airbus se describen como “algo serio”, y ambas partes están en un proceso de negociación detallada.
La inversión podría rondar los 4.000 millones de dólares, aunque se espera que El Al pague menos después de los descuentos. La decisión final probablemente se tomará a principios de 2024.
Cambio de Boeing a Airbus: Una posibilidad real
El interés en el Airbus A321neo, conocido por su mayor capacidad y autonomía, ha estado en aumento en el segmento superior del mercado de aviones de pasillo único. Boeing, por su parte, intentará mantener su posición en la compañía, pero el cambio no está garantizado.
La posible compra de Airbus forma parte del plan estratégico quinquenal de El Al, que busca expandir su flota de 46 a 59 aviones en 2028. En particular, la aerolínea planea reemplazar sus 24 Boeing 737-800 y aviones 737-900, y posiblemente adquirir seis adicionales.
El Al también ha estado modernizando su flota de largo recorrido, con 16 Boeing 787 Dreamliner y planes de expansión a 22 para rutas extendidas a Asia, Australia y Norteamérica.
Expansión de rutas y metas financieras
Este año, El Al ha lanzado vuelos a Estambul, Dublín y Tokio, con planes para añadir Bombay y Fort Lauderdale en 2023. La meta para 2028 es alcanzar ingresos anuales de 3.500 millones de dólares y 7,7 millones de pasajeros, representando una cuota de mercado del 24% en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion.
Para 2023, la aerolínea anticipa ingresos de 2.400 millones de dólares. En el segundo trimestre, logró ganancias netas de 59 millones de dólares, ayudadas por una reducción del 29% en los costes de combustible, aunque los gastos salariales aumentaron un 37,5% en el mismo periodo.
Los ingresos crecieron un 22% a 630 millones de dólares, con un factor de carga del 87% y una cuota de mercado del 23% en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion.