En medio de intensos enfrentamientos con Hamás, el nuevo shekel israelí rompe la barrera de los 4 NIS por dólar, marcando su punto más bajo desde 2015, mientras la economía enfrenta una prueba crítica.
La tensión en Israel alcanza no solo niveles sociopolíticos, sino también económicos, con el tipo de cambio del shekel traspasando la marca crítica de los 4 NIS por dólar el lunes, una debilidad no vista desde 2015. Este declive monetario ocurre mientras Israel se encuentra en medio de un conflicto bélico con el grupo Hamás, que inició una ofensiva brutal el 7 de octubre, asesinando a más de 1.300 personas, dejando más de 4.000 heridos y alrededor de 200 secuestros, desestabilizando la economía nacional.
El shekel se ha depreciado aproximadamente un 4 % contra el dólar desde que comenzaron los ataques. Esta situación ha elevado la incertidumbre entre los inversores, preocupados por la indeterminación de la duración y las repercusiones del conflicto, mientras las Fuerzas de Defensa de Israel intensifican sus preparativos para una posible incursión terrestre en la Franja de Gaza.
En un intento por preservar la estabilidad económica, el Banco de Israel respondió a la depreciación de la moneda con un robusto plan de intervención en el mercado de divisas, comprometiéndose a vender hasta 30.000 millones de dólares para apoyar al shekel y mantener el orden en los mercados financieros. Esta medida busca no solo proteger el valor de la moneda, sino también “asegurar la liquidez necesaria para la operatividad constante de los mercados,” según explicaron fuentes del banco central.
Preocupaciones adicionales surgieron después de que se revelara que el índice de precios al consumo (IPC) de Israel, una barra crucial de la inflación, registró una inesperada caída del 0,1 % en septiembre, justo antes de los ataques de Hamás. Esta nueva información ha llevado a especulaciones entre economistas y agentes del mercado sobre un posible recorte en los tipos de interés por parte del Banco de Israel en su próxima reunión el 23 de octubre, o incluso una acción prematura si se considera esencial.
Nira Shamir, economista jefe del Banco de Descuento de Israel, comentó sobre el escenario actual: “Los datos de IPC de septiembre ya señalaban una ralentización económica previa al conflicto armado”. Shamir sugiere que “esta realidad, junto con la desaceleración profunda en el crecimiento y el consumo privado, probablemente conducirá al Banco de Israel a reducir los tipos de interés en 50 puntos básicos”.
El contexto se agrava considerando que desde abril del año anterior, los tipos de interés en aumento han inflado los costos de financiamiento para israelíes con préstamos e hipotecas.
Ante la guerra actual con Hamás, que amenaza con golpear aún más la economía y las perspectivas de crecimiento, aumentan las expectativas de que el banco central podría optar por recortar los costos de préstamos, brindando un respiro necesario a los hogares y negocios afectados en estos tiempos de crisis.