El shekel volvió a debilitarse hoy frente al dólar y frente al euro. El Banco de Israel fijó el tipo representativo shekel-dólar un 0,809% más alto que el lunes, a 3,615 NIS/$, y el tipo representativo shekel-euro se fijó un 0,964% más alto, a 3,932 NIS/€.
El shekel se debilita cada vez más
Ayer, el Banco de Israel fijó el tipo representativo shekel-dólar un 0,56% más alto que el miércoles, a 3,5860 NIS/$, y el tipo representativo shekel-euro se fijó un 0,75% más alto, a 3,8962 NIS/€.
El shekel se ha debilitado un 2,4% frente al dólar en el primer trimestre de 2023.
El shekel se está debilitando a pesar de que los índices de Wall Street han subido. Normalmente ocurre lo contrario, el shekel se fortalece cuando Wall Street sube, ya que las grandes instituciones de inversión de Israel cubren sus inversiones en el extranjero vendiendo dólares.
¿Qué hacen los inversores?
Esta correlación se ha roto en las últimas semanas, ya que los inversores institucionales israelíes han estado más centrados en los dramas políticos internos que en los mercados estadounidenses.
Economistas de alto nivel han declarado a “Globes” que, aunque muchos esperaban que los mercados se volvieran menos volátiles después de que el Primer Ministro Benjamin Netanyahu pusiera en pausa la revisión judicial, la situación política interna sigue siendo incierta y la crisis política está lejos de haber terminado, por lo que persisten serias preocupaciones sobre el mercado local.
El economista jefe del Banco Mizrahi Tefahot, Ronen Menachem, afirma: “El mercado es hoy muy volátil, por lo que no toda subida en EE.UU. se traduce en una subida en Israel, y en los últimos días se ha movido entre 3,55 NIS/$ y 3,66 NIS/$”.
La continua crisis
Menachem explica que los inversores institucionales no harán un cambio sustancial en su cartera de inversiones para equilibrar la ligera volatilidad del mercado. Otra razón de la situación, dice Menachem, es que la situación nacional es mucho más importante en este momento que la estadounidense. “Seguimos oyendo hablar de la continua crisis política y de las discusiones y negociaciones entre las partes. No hay que olvidar que el presupuesto aún no ha sido aprobado en su segunda y tercera lectura; en otras palabras, la política fiscal de Israel sigue sin estar clara”. Por todo ello, subraya Menachem, es muy lógico que influya más la compleja situación de Israel.