Invertir 2 billones de dólares durante la próxima década en infraestructuras sostenibles puede reducir en gran medida las emisiones de gases de efecto invernadero del Sudeste Asiático, según un nuevo informe de Bain & Company, Microsoft y Temasek Holdings de Singapur.
El informe, titulado “Southeast Asia’s Green Economy: Opportunities on the Road to Net Zero”, hace hincapié en las inversiones en ámbitos como las energías renovables, los vehículos eléctricos y la gestión de residuos.
Según el informe, las inversiones ecológicas solo ascendieron a 9.000 millones de dólares el año pasado. Los autores del informe afirmaron que los sectores empresarial, público y filantrópico del Sudeste Asiático deben trabajar juntos para alcanzar la cifra de 2 billones de dólares de inversión, según el informe.
El Sudeste Asiático es muy vulnerable al cambio climático, ya que sufre un número desproporcionado de desastres climáticos.
El camino hacia el cero neto
Aunque la lucha contra el COVID-19 sigue siendo actualmente una gran prioridad para la mayoría de los gobiernos, el año pasado se prestó mucha atención en el Sudeste Asiático a las acciones climáticas y a la reflexión sobre lo que supone una economía verde, según Dale Hardcastle, codirector del centro de innovación en sostenibilidad global de Bain.
El informe concluyó que cerca del 90% de las emisiones de carbono del Sudeste Asiático pueden abordarse mediante la transición de los combustibles fósiles a fuentes de energía más limpias, como la eólica y la solar, valorando la naturaleza y haciendo más eficiente la producción agrícola de alimentos de la región.
“Aunque estamos viendo muchos cambios alentadores en la economía verde del Sudeste Asiático y la tendencia general es positiva, aún queda mucho por hacer”, dijo Dale Hardcastle, socio de la oficina de Bain & Company en Singapur y codirector del Centro Global de Innovación en Sostenibilidad (GSIC) de la firma. “El Sudeste Asiático presenta condiciones específicas que ofrecen tanto retos como oportunidades para una transformación de la sostenibilidad a gran escala. La región necesita actuar ahora y dar tres pasos para traducir estas oportunidades en resultados tangibles: definir su camino hacia el cero neto, catalizar el viaje y los resultados juntos, y desbloquear los flujos de capital.”
Alcanzar el cero neto como región exige la acción individual de empresas, inversores, gobiernos y comunidades, así como la acción colectiva a nivel de ecosistema.
El programa “Street Signs Asia” de la CNBC entrevistó a Hardcastle en el marco de la conferencia sobre el clima Ecosperity. Hardcastle dijo que los gobiernos están empezando a considerar la cooperación interregional con más frecuencia, ya sea examinando la financiación verde, la transición energética u otras cuestiones.
Ingredientes para la acción colectiva
Según el informe, hay tres ingredientes cruciales para la acción colectiva.
En primer lugar, el informe cita la “co-innovación en todo el ecosistema”. Esto permitiría “acelerar la comercialización de tecnologías con bajas emisiones de carbono que se adapten a las necesidades de la región, como la agrotecnología y la captura de carbono; aumentar el intercambio de datos, herramientas y normas a través de alianzas en toda la cadena de valor; y movilizar el capital público y privado para conservar y restaurar los sumideros naturales de carbono de la región”.
Además, “el apoyo colectivo a la transición, el aprovechamiento de las asociaciones público-privadas y la financiación combinada” ayudarán a mejorar “el acceso al capital y a desarrollar las capacidades de las PYME/pequeños propietarios, a mitigar el impacto de los activos abandonados en los sectores difíciles de abandonar, y a mejorar y reciclar la mano de obra de SEA para la economía verde”.
Por último, el informe destaca la importancia de la colaboración regional. Dentro de ella, el informe citaba la importancia de desarrollar un “plan holístico de transición a la Red Cero de SEA”, establecer un sistema de comercio de carbono transfronterizo y reevaluar “la seguridad energética explorando una red regional para conectar más eficientemente la demanda con el suministro”.