Las expectativas de crecimiento económico en Israel mejoraron tras el alto el fuego pactado en noviembre con Hezbolá, según el Banco de Israel, que considera clave la reducción de la prima de riesgo del país.
El banco central proyecta un crecimiento del 0,6% en 2024, del 4% en 2025 y del 4,5% en 2026, basándose en el supuesto de que las secuelas económicas de la guerra persistirán hasta finales del primer trimestre de 2025. Estas cifras revisan al alza las proyecciones de octubre, que indicaban un crecimiento del 0,5% para 2024 y del 3,8% para 2025.
La entidad financiera señala que la recuperación económica, aunque lenta, se mantiene a pesar del contexto geopolítico. El banco subraya que los riesgos de un crecimiento menor han disminuido, lo que atribuye a los recientes avances en la política fiscal, como la aprobación del presupuesto y un paquete de medidas fiscales por parte de la Knéset, lo cual contribuye a moderar el crecimiento descontrolado de la deuda y la prima de riesgo.
En octubre, las previsiones del banco eran más pesimistas debido al impacto de la guerra con Hamás y los combates con Hezbolá, que dañaron gravemente las finanzas nacionales.
Además de actualizar sus proyecciones de crecimiento, el Banco de Israel decidió mantener el tipo de interés de referencia en el 4,5% por octava vez consecutiva. Argumentó que los cambios fiscales aplicados desde enero, incluido el aumento del IVA, junto con la restricción de la oferta y la alta demanda, podrían elevar la inflación durante el primer semestre de 2025.
La decisión del banco central coincide con lo previsto por la mayoría de los analistas económicos, quienes anticipaban estabilidad en la política de tasas de interés.