El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, presentó hoy su plan para el presupuesto de 2025, comprometiéndose a mantener el déficit dentro del 4%.
Entre las medidas propuestas para alcanzar este objetivo se encuentran la congelación de salarios, tramos impositivos, asignaciones y pensiones en el sector público, así como un aumento del impuesto sobre la renta para los trabajadores con salarios más bajos.
Además, se implementarán una serie de recortes y medidas de ahorro en los ministerios gubernamentales y en la función pública, con un impacto total estimado de 35.000 millones de NIS.
“Estamos en la guerra más larga y costosa en la historia de Israel, con gastos que afectarán durante años. Esta guerra comenzó con una crisis de confianza entre el Estado y sus ciudadanos, y he decidido reconstruir esa confianza”, declaró Smotrich.
El ministro también abordó el déficit y la inflación: “El déficit aumentará el próximo mes, pero se ajustará en el último trimestre, acercándose al 6,6% del PIB para finales de año. Si este año superamos el déficit previsto, será por gastos de defensa imprevistos.
Estamos manejando bien la economía, y los resultados son positivos”. Sobre la inflación, reconoció que “ha subido más de lo esperado”, pero consideró que es un fenómeno temporal, atribuible en parte a la falta de trabajadores y a la interrupción de importaciones, especialmente desde Turquía. Sin embargo, Smotrich no descartó la posibilidad de revisar a la baja las proyecciones de crecimiento.
El presupuesto de 2025, según Smotrich, se fundamenta en la necesidad de garantizar la seguridad para restaurar la confianza de los ciudadanos e inversores. Afirmó que no escatimará en los gastos necesarios para la gestión de la guerra en curso, aunque esto conlleve un costo elevado y prolongado.
Además de la congelación de tramos impositivos, se planea fusionar los dos tramos más bajos del impuesto sobre la renta, lo que incrementaría la carga fiscal para quienes ganan salarios bajos.
Actualmente, los ingresos superiores a 7.010 NIS mensuales tributan al 10% hasta los 10.060 NIS, cuando la tasa sube al 14%. Según el nuevo plan, el 14% se aplicará a partir de los 7.010 NIS mensuales, generando ingresos adicionales para el estado de unos 2.000 millones de NIS al año. Se anticipa que la Histadrut se opondrá a esta medida.
Otra medida en consideración es la congelación de salarios para cientos de miles de empleados del sector público, lo que podría ahorrar entre 5.000 y 8.000 millones de NIS. Sin embargo, se espera una fuerte oposición de la Federación general del Trabajo, Histadrut, que ya ha manifestado su rechazo a más recortes para los empleados públicos.
En los primeros meses de la guerra, la Histadrut aceptó que cada trabajador aportara un día de su paga para financiar el presupuesto de los reservistas, pero ahora insiste en que no permitirá más medidas de este tipo a menos que se recorten drásticamente los fondos de la coalición y se reduzcan los ministerios no esenciales.
La reciente tensión entre Smotrich y el presidente de la Histadrut, Arnon Bar-David, podría dificultar aún más la obtención de apoyo para reducir el déficit nacional, pero también podría incrementar la presión del ministro sobre la organización sindical.
Finalmente, se prevé que los beneficiarios de prestaciones y pensiones estatales, así como los trabajadores que perciben el salario mínimo, también se verán afectados. Se plantea congelar y no ajustar los pagos conforme a la inflación, que actualmente se sitúa en un 3,2% anual, lo que junto con otras medidas generaría un ahorro de aproximadamente 5.500 millones de NIS para el Estado.