La ministra de Transportes, Merav Michaeli, y el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, anunciaron el viernes que han acordado cerrar la estación central de autobuses de la ciudad para finales de 2025.
Según Huldai, la mitad de las rutas de autobús que actualmente operan desde la estación se trasladarán en los próximos dos años a otras terminales que se construirán en la zona, y dijo que la mayoría de los autobuses serían eléctricos.
“Espero que hayamos encontrado el equilibrio adecuado entre las necesidades de transporte y la calidad de vida de los habitantes de la zona”, escribió en Twitter.
La Sra. Michaeli también se congratuló del acuerdo.
“La solución que hemos encontrado para los habitantes de la ciudad no perjudicará al transporte que necesitan los cientos de miles de personas que lo utilizan, abordará el peligro causado por la estación y aportará una situación mejor y más limpia a la zona”, dijo.
La Sra. Michaeli prometió a principios de este año que la enorme estación central de autobuses, muy criticada desde su apertura hace casi 30 años, se cerraría a finales de 2023 o principios de 2024.
En las décadas transcurridas desde su apertura en 1993, los residentes del sur de Tel Aviv han luchado para que se cierre el edificio de siete plantas por sus altos niveles de contaminación y ruido.