Israel ocupa el primer puesto en una lista de países desarrollados con el coste de la vida más elevado en 2022, según muestran los datos publicados el domingo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En Israel, los precios eran un 38 % más altos que la media de los países miembros de la OCDE, según el índice comparativo, que analiza las diferencias en los niveles generales de precios de los países, medidos por índices de precios al consumo y relaciones entre las paridades de poder adquisitivo y los tipos de cambio de mercado. En el segundo puesto de la tabla clasificatoria figura Suiza, seguida de cerca por Islandia, y en cuarto lugar Estados Unidos.
La economía de Israel se caracteriza por una concentración excesiva en algunos sectores, como la alimentación y los artículos para el hogar, en comparación con otros mercados. De 2015 a 2020, la cuota de mercado de los 10 mayores proveedores en la industria alimentaria y en el campo de los productos de consumo fue de alrededor del 54% de media, y el proveedor con la mayor cuota de mercado en 2020 poseía alrededor del 12% del mercado total de alimentos, según un informe de la Contraloría del Estado. Los precios de algunos bienes de consumo básicos, como la leche, el pan y el queso, son entre un 50% y un 70% más caros en Israel que en los países miembros de la OCDE.
Al comentar los datos de la OCDE, el director de la Asociación de Fabricantes de Israel, Ron Tomer, dijo que mostraban que Israel tiene una serie de problemas estructurales que provocan precios más altos que en el resto del mundo. Tomer citó los tipos de cambio como uno de los principales factores.
“Los precios de la vivienda, el elevado IVA que grava los alimentos, la falta de ayudas directas a la agricultura y la estricta reglamentación hacen subir los precios”, afirmó Tomer. “Hay que apoyar y fomentar la industria alimentaria israelí, junto con una reducción inmediata del IVA de los productos alimentarios hasta el nivel aceptado en Europa”.
En respuesta, el gobierno anunció en junio la formación de un comité ministerial para hacer frente al alto coste de la vida.
Presidido por Netanyahu, el comité incluye 13 ministros, que supervisan los siguientes ministerios: finanzas, economía, agricultura, protección del medio ambiente, energía, sanidad, bienestar, servicios religiosos, vivienda, desarrollo del Néguev y Galilea, turismo, inmigración y comunicaciones.
La opinión pública israelí está preocupada sobre todo por el alto coste de la vida, según una encuesta publicada por el Instituto Israelí para la Democracia a principios de año. Dos tercios de los encuestados creen que el precio de los alimentos es el factor más importante, la mitad, aproximadamente, culpa al coste de la vivienda, y el 29%, a los impuestos indirectos.
Solo el 27% culpa a los grandes monopolios, y entre el 3% y el 4% atribuye la responsabilidad a los fabricantes locales, los importadores o las cadenas de supermercados, según la encuesta.