El Banco de Israel ha comunicado su decisión de vender hasta 30.000 millones de dólares en divisas con el objetivo de proteger al shekel del colapso, tras el reciente ataque sorpresa por parte de los terroristas de Hamás y la consecuente declaración de estado de guerra por parte de Israel.
La intervención del banco central busca moderar la volatilidad del tipo de cambio del shekel y asegurar la liquidez necesaria para el correcto funcionamiento de los mercados. Sin embargo, después del anuncio, el shekel cayó más de un 2 %, situándose cerca de los 3,92 por dólar. A esto se suma el conflicto en curso con Hamás infiltrado en regiones limítrofes con Gaza, que ha asesinado a más de 700 personas y más de 2.000 heridos.
El tipo representativo previo al anuncio era de 3,8630 NIS/$. Aparte de la venta de divisas, el Banco de Israel también ofrecerá liquidez en dólares a través de contratos futuros denominados SWAP, que podrían alcanzar hasta 15.000 millones de dólares. En 2021, el banco ya había comprado grandes cantidades de dólares con el propósito de frenar la apreciación del shekel. Esta nueva intervención busca asegurar la estabilidad del mercado financiero mediante la venta de dólares en el mercado abierto.
Rafi Gozlan, economista jefe de IBI Investment House Ltd., aclaró que este plan no necesariamente implica que se vaya a usar todo el monto estipulado. Gozlan enfatizó que el objetivo principal de esta intervención es ofrecer liquidez en dólares a inversores y prestamistas locales si la situación lo requiere. Prevé que, debido a la situación de guerra, el shekel continuará debilitándose. Sin embargo, el programa del banco busca contrarrestar esta alta volatilidad y garantizar la estabilidad del mercado financiero.
El shekel ya venía enfrentando problemas antes del conflicto, debilitándose cerca del 10 % desde el inicio del año, en gran parte debido a la incertidumbre política y el miedo a una crisis constitucional. Recientemente, alcanzó su valor más bajo en siete años frente al dólar, lo que incrementó las especulaciones sobre una posible intervención del Banco de Israel. Aunque el banco central ha sido reacio a vender dólares en el pasado, la actual depreciación del shekel ha elevado las tasas de inflación, encareciendo las importaciones, lo que ha hecho necesaria una acción decidida.