La empresa energética Kinder Morgan ha reafirmado su enfoque en el gas natural, previendo un incremento en su demanda, según su informe financiero correspondiente al cuarto trimestre de 2024.
En su actualización trimestral, la compañía reportó un aumento del 11% en las ganancias por acción, alcanzando $0,30, aunque ligeramente por debajo de las expectativas del mercado. Sin embargo, los ingresos trimestrales reflejaron una caída anual debido a un descenso del 5% en los volúmenes de transporte de crudo y condensado en su red de oleoductos.
El director ejecutivo Kim Dang destacó que “KMI tuvo un cuarto trimestre muy sólido gracias al crecimiento en las contribuciones financieras de nuestros segmentos de Gasoductos de Gas Natural, Gasoductos de Productos y Terminales, con un EBITDA Ajustado que aumentó un 7 % frente al mismo periodo de 2023. Nuestro balance financiero permanece robusto, cerrando el año con una relación Deuda Neta/EBITDA Ajustado de 4,0 veces”.
La compañía también reveló el Proyecto de Gasoducto Intraestatal Trident, que contempla la construcción de un ducto de 216 millas con capacidad de transportar 1.500 millones de pies cúbicos diarios desde Katy, Texas, hasta Port Arthur, Texas, respaldado por contratos a largo plazo. Dang afirmó: “Este proyecto fortalecerá la capacidad de suministro hacia el corredor industrial y de GNL”.
Además, el directivo señaló: “Entre exportaciones de GNL a México, el crecimiento energético e industrial, proyectamos un aumento de aproximadamente 28 bcfd en el negocio general de gas natural hacia 2030”.
Kinder Morgan refleja el beneficio que las empresas energéticas obtienen bajo la agenda pro hidrocarburos del presidente Trump, particularmente en el sector de GNL. Este crecimiento depende de una mayor capacidad de infraestructura, como oleoductos, que ahora parece más factible.
La reciente derogación de la prohibición impuesta por la administración Biden sobre nuevas terminales de exportación de GNL, junto con la presión del presidente Trump a la Unión Europea para incrementar sus compras de gas licuado estadounidense bajo amenaza de aranceles, podría impulsar aún más la industria del GNL en Estados Unidos.