Según los registros reglamentarios hechos públicos el miércoles, los tenedores de bonos de Ucrania han aceptado la petición del país de suspender durante dos años los pagos de su deuda externa, de unos 20.000 millones de dólares.
La decisión ayudará a Ucrania a evitar un posible impago de su deuda internacional, que no haría sino agravar sus problemas desde que Rusia invadió la nación hace casi seis meses.
Tras la aprobación del acuerdo por parte de los tenedores de bonos, Yuriy Butsa, viceministro de Finanzas ucraniano, declaró al Financial Times: “Estamos agradecidos por el respaldo del sector privado a nuestro plan en tiempos tan horribles para nuestro país”.
“Quiero subrayar lo importante que es no infravalorar el apoyo que hemos recibido durante este proceso”.
A medida que avance la batalla, seguiremos manteniendo una estrecha relación con la comunidad inversora y esperamos que contribuyan a financiar la reconstrucción de nuestra nación”, añadió Butsa.
La decisión “ahorraría a Ucrania 6.000 millones de dólares a lo largo del tiempo, lo que ayudaría a aliviar la presión sobre las reservas del banco central, que han caído un 28 % en lo que va de año, a pesar de la importante ayuda extranjera”, según Olena Bilan, economista jefe del banco de inversión Dragon Capital, con sede en Kiev.
Dadas las circunstancias, la oferta de Ucrania es suficiente, según Bilan.