La producción de crudo y condensado en Rusia descendió ligeramente en marzo respecto a febrero, según informó el viernes Reuters, citando fuentes con conocimiento de los datos.
En marzo, Rusia bombeó 11,01 millones de barriles diarios (bpd) de crudo y condensado, por debajo de los 11,08 millones de bpd que produjo en febrero, según las fuentes de Reuters.
Rusia no distingue entre la producción de crudo y la de condensado en sus cifras oficiales de producción. Tras años de debates en el seno del grupo OPEP+, Rusia ha conseguido una exención para no considerar su producción de condensado como parte del acuerdo de recorte de la producción. Se cree que la producción rusa de condensados se sitúa en torno a los 800.000 bpd-900.000 bpd.
Aunque la producción rusa no se ha reducido demasiado entre febrero y marzo, los compradores de Occidente siguen alejándose de los cargamentos de petróleo ruso, y muchos analistas afirman que es cuestión de tiempo que al menos una parte del suministro ruso salga del mercado.
Las exportaciones de petróleo ruso cayeron la semana pasada, con un promedio de envíos de alrededor de 3,63 millones de bpd entre el 17 y el 23 de marzo, un 26,4 % menos que la semana anterior, informó Bloomberg el lunes, citando datos de la industria que había visto.
En otra señal de que Rusia podría estar luchando por vender todos sus cargamentos, Transneft, el operador ruso de oleoductos, ha informado a las compañías petroleras locales de que limitaría la entrada de crudo aún por vender debido al almacenamiento completo, informó Reuters el martes, citando fuentes con conocimiento del plan.
En las últimas semanas, las empresas rusas han fracasado en la adjudicación de cargamentos en las licitaciones al contado en varias ocasiones, ya que nadie en Europa pujaba a pesar del fuerte descuento del emblemático grado ruso Urals con respecto al Brent datado, que se ha ampliado hasta los 30 dólares por barril recientemente.
Rusia tendrá que cerrar parte de su producción de petróleo al no poder vender todos los volúmenes desplazados de los mercados europeos a otras regiones, ya que la producción rusa de crudo está cayendo y se mantendrá deprimida durante al menos los próximos tres años, según afirmó Standard Chartered el mes pasado.