El 11 de agosto, a medianoche, fecha límite acordada para el periodo de transición, entra en vigor un embargo de la UE sobre la importación de carbón ruso.
Desde que el presidente Vladimir Putin autorizó la entrada de decenas de miles de tropas rusas en Ucrania a finales de febrero, la prohibición forma parte del quinto paquete de medidas de la UE dirigidas a la economía rusa.
El embargo del carbón es la primera de las siete rondas de sanciones impuestas por la UE al sector energético, especialmente afectado por el conflicto de Ucrania, junto con las exportaciones de grano.
El periodo de gracia de 120 días de la prohibición del carbón, que comenzó cuando se aprobó en abril, finaliza en la medianoche del 10 de agosto.
Según la Comisión Europea, Rusia podría perder casi 8.000 millones de dólares anuales como consecuencia de la prohibición del carbón.
En 2021, las importaciones de carbón de la UE procedentes de Rusia pasaron de 41 millones de toneladas a unos 52 millones.
Sin embargo, como resultado de la presión de los objetivos del cambio climático y de las iniciativas para identificar fuentes de energía más limpias, las importaciones totales de carbón a la UE se redujeron casi a la mitad entre 2014 y 2020.
A finales de año está previsto que entre en vigor la consiguiente prohibición de la UE sobre el petróleo ruso.
Las sanciones de la UE, que se dirigen a la energía y el gas, los pagos SWIFT, los sobrevuelos y los viajes, los medios de comunicación y una serie de otros sectores, forman parte de una extraordinaria respuesta internacional a la mayor invasión militar de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.