El crecimiento económico del Reino Unido en junio superó las expectativas, pero las opiniones varían sobre las implicaciones a largo plazo y el impacto de las subidas de tipos de interés.
Crecimiento económico impulsado en junio
En junio, la economía británica registró un crecimiento del 0,5 %, impulsada por el sector de la producción y un incremento en el consumo en bares y restaurantes debido al clima cálido.
El crecimiento del consumo de los hogares en el segundo trimestre fue del 0,7 %, a pesar del aumento inflacionario.
Se prevé que las cifras futuras muestren que el crecimiento salarial superará a la inflación, beneficiando a los ingresos reales de los hogares.
Perspectivas económicas variadas
Ruth Gregory de Capital Economics tiene una visión menos optimista, argumentando que factores como la coronación del rey hicieron que las cifras parecieran mejor de lo que son.
Gregory también alerta sobre el posible impacto negativo de las recientes subidas de los tipos de interés, particularmente en sectores como el inmobiliario.
La predicción es que el Producto Interno Bruto (PIB) pueda disminuir en el tercer trimestre, iniciando una posible recesión.
Inversiones empresariales y su futuro
Kitty Ussher del Instituto de Directores advierte sobre las tendencias de inversión empresarial como posible señal de problemas futuros.
Aunque la inversión empresarial creció un 3,4 % durante el trimestre, esto fue impulsado por las importaciones de aviones estadounidenses en abril.
Las inversiones en tecnologías de la información y comunicación y maquinaria disminuyeron, lo que indica una posible desaceleración.
El papel del Banco de Inglaterra
La mayoría de los analistas creen que es poco probable que el Banco de Inglaterra dé demasiada importancia a estas cifras en sus futuras decisiones.
Con una inflación del 7,9 %, por encima del objetivo del 2 %, se espera que el Banco de Inglaterra continúe subiendo los tipos de interés.