Un tribunal condenó a Michael Ben-Ari, responsable de un esquema Ponzi de 150 millones de dólares, considerado el mayor fraude de este tipo en la historia de Israel. Ben-Ari admitió los cargos de estafa agravada, falsificación de documentos y blanqueo de capitales. Como resultado, cumplirá una pena de prisión de entre 5 y 9,5 años.
Durante 15 años, Ben-Ari estafó a aproximadamente 1.000 inversores en Israel y Estados Unidos a través de su compañía, EGFE Israel Ltd. Antes de fundar esta empresa, Ben-Ari trabajó en Bank Leumi y la cadena de supermercados Supersol. El esquema Ponzi, que ofrecía altos rendimientos a los inversores, utilizaba el dinero de nuevos participantes para pagar a los antiguos.
Como parte de su condena, Ben-Ari deberá cooperar con las autoridades antes de la sentencia en un esfuerzo por recuperar los activos y restituir los fondos a las víctimas. Fue detenido inicialmente en 2021, pero logró huir del país usando un pasaporte ajeno tras pagar una fianza. Finalmente, fue capturado en Bosnia y extraditado a Israel en diciembre para enfrentar a la justicia.
El abogado Eitan Erez, que representa a cientos de víctimas, afirmó que se trata del mayor esquema Ponzi jamás llevado a cabo en Israel. Ben-Ari violó múltiples leyes israelíes, incluyendo la Ley de Fideicomisos de Inversión Conjunta, la Ley de Regulación del Asesoramiento de Inversiones, la Ley de Comercialización de Inversiones y Gestión de Carteras, la Ley Penal y la Ley de Prohibición del Blanqueo de Dinero.
Este caso subraya la importancia de la diligencia debida y la vigilancia por parte de los inversores y las autoridades para detectar y combatir fraudes financieros de gran escala.