La semana pasada, la agencia de calificación crediticia Fitch anunció que dejaba sin cambios la calificación de Teva Pharmaceutical Industries, pero cambiaba la perspectiva de Negativa a Estable. Ahora Moody’s ha hecho algo similar. Moody’s ha dejado la calificación de la deuda de Teva en Ba2 (que no es grado de inversión), pero la perspectiva de la calificación pasa de Negativa a Estable.
El trasfondo es la evaluación de los analistas de Moody’s de que la liquidez de Teva es adecuada para la gama de posibles resultados de los procedimientos en su contra en el asunto de los opioides en los Estados Unidos. Aunque hace dos años se acordó un esquema de acuerdo, no se ha firmado, y la exposición legal sigue pesando en la cotización de Teva y en su calificación crediticia.
Moody’s dice que Teva está reduciendo rápida y consistentemente su deuda gracias al flujo de caja libre que está generando, y reduciendo así su apalancamiento desde el nivel máximo que alcanzó en 2019.
Moody’s ve que el ratio debt:EBITDA, que llegó a ser superior a 8 en su momento álgido y se situó en 5,5 a finales de septiembre, se situará por debajo de 5 en 2022. Además, la agencia estima que el último reciclaje de la deuda de Teva significa que podrá devolver la deuda que vence hasta 2024 en su totalidad con su flujo de caja libre.